Helen Mirren sueña con Patricia Highsmith
Helen Mirren es la actriz escogida por el cineasta Anton Corbijn para convertirse en la autora de "Extraños en un tren", dentro del film titulado "Switzerland". La película no pretende ser un biopic de la célebre literata norteamericana Patricia Highsmith, sino situar al espectador en el interior del complicado universo de una mujer acostumbrada a alejarse de los demás, marcada por su precaria salud y su adicción al alcohol.
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Helen Mirren bien podría definirse como una mujer con más de mil rostros, capaz de reproducir milimétricamente los personajes reales que han caído en su órbita de actriz perfeccionista y convincente.
Catalina de Rusia, Golda Meir o la reina británica Isabel II ; las actuaciones de esta londinense de setenta y ocho años han lustrado una carrera delante de las cámaras sustentada sobre el prestigio y el indudable talento que la capitalina despliega en cuanto tiene ocasión de ello.
Entre los próximos trabajos de Mirren para la pantalla grande está el de convertirse en la árida y adusta literata Patricia Highsmith, un reto que le ha ofrecido el cineasta neerlandés Anton Corbijn (El americano), a través de la cinta titulada enigmáticamente Switzerland (Suiza).
El futuro largometraje, que cuenta con el ingenioso guion de la australiana Joanna Murray-Smith (Dead Certain), intenta mostrar una visión de Highsmith cercana a la de una celebridad esquiva y huraña, a la que le cuesta relacionarse amigablemente con los demás, y la cual se encuentra enclaustrada voluntariamente en su residencia ubicada en Los Alpes suizos.
Por las primeras líneas argumentales que han trascendido a la prensa, la figura de la creadora de El talento de Mr. Ripley vendría a ser una especie de versión femenina de Andrew Wyke, el retorcido escritor que interpretó magistralmente Laurence Olivier, en La huella (Joseph L. Manckievicz, 1972). Un ser enquistado en su propia grandeza, a quien le gusta ponérselo difícil a los incautos que acuden a solicitarle algo.
Helen Mirren situaría a Highsmith en su figurada torre de marfil, escudada en su pose de mujer fuerte e irascible. Unas características que revierten en la agresiva personalidad de la narradora nacida en Texas, y a la que Anton Corbijn le adhiere un componente de misterio atrayente y relativamente hipnótico.
Al lado de la estrella británica de La reina, el californiano Alden Ehrenreich (Han Solo: Una historia de Star Wars) intentará mantener la tensión del combate a dos bandas que establece Switzerland desde el inicio de la acción. Una pelea de voluntades que el paisaje montañoso helvético sume en un cosmos casi espectral y fantasmagórico.
HELEN MIRREN INTENTARÁ MOSTRAR EL COMPORTAMIENTO DIFÍCIL DE PATRICIA HIGHSMITH EN SUS ÚLTIMOS AÑOS
Los que conocieron en vida a Patricia Highsmith suelen aludir al trato áspero de la genial autora, quien era famosa por mantener una hostilidad visceral hacia los demás, determinada en parte por sus graves problemas de salud y la dependencia del alcohol. Esta rabia constante es uno de los elementos principales a nivel psicológico del guion de Switzerland, algo que regalaría a Helen Mirren las angulosidades humanas necesarias con las que moldear un personaje tan poliédrico.
La trama de la película arranca con el quimérico propósito del joven agente literario Edward Ridgeway (Alden Ehrenreich), quien tiene el objetivo de localizar a Patricia Highsmith, para convencerla de que escriba una última parte conclusiva de las novelas protagonizadas por Tom Ripley. Tal propósito hace que Edward se traslade de Nueva York a Los Alpes suizos, todo para entrevistarse personalmente con la temible narradora.
Lo que encuentra en su destino es una mujer ajena a la mercadotecnia, capaz de proferir los comentarios más hirientes y sarcásticos, a la vez de expresar su negativa a firmar cualquier compromiso profesional en el que no crea sinceramente. Y en esos intereses inapelables parece no incluirse la resurrección del retorcido y sociópata Tom Ripley.
La serie de libros liderados por Tom Ripley son cinco, una pentalogía que Highsmith cerró en 1981, con la aparición de Ripley Under Water (Ripley debajo del agua). Catorce años después de esta entrega final, la autora texana falleció en Locarno, aquejada -entre otras dolencias- de un cáncer de pulmón.
Corbijn ansía acercarse a esos momentos de zozobra sentimental y afectiva de la responsable de Carol, con la luz que Helen Mirren suele aportar a cada una de sus caracterizaciones. Tras la faz de la intérprete londinense, la genialidad de Highsmith podría ganar el pulso a la pose retadora y ácida de la escritora estadounidense.
Las cartas todavía están boca abajo, pero la producción de Switzerland parece andar por una senda más o menos segura en cuanto a la financiación.
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