Madrid felicita a William Shakespeare
Madrid se suma a los fastos de reconocimiento al autor de “Marco Antonio y Cleopatra” con la programación de “Como gustéis“, “La violación de Lucrecia“ y “Manlet“.
Si el bardo de Stratford-upon-Avon hubiera aguantado centurias de cuerpo entero, este año habría soplado cuatrocientas cincuenta velas.
Tal vez, de haber pronunciado su discurso de aniversario, el literato habría animado la cosa con algunas ocurrencias dignas de Puck; o con soleares de reflexiones profundas y de abismos insondables propios de Hamlet, el Rey Lear, Próspero o del ambicioso Macbeth.
Aunque, probablemente, el asunto de su alumbramiento también le podría haber iluminado para refrescar sortilegios amorosos, sacados del versado horno de Romeo y Julieta.
Pero la vida es finita, y William Shakespeare no pasó de las cincuenta y dos primaveras de existencia. Algo que choca con la inmortalidad de su palabra de enérgicos sones.
Una característica universal que le ha valido el título de mejor dramaturgo de la historia, además de ser el más representado (siempre con permiso de genios tan inconmensurables como Molière, Calderón de la Barca, Chéjov y Lope de Vega).
Por todo ello, este 2014 se ha llenado de representaciones que recuerdan el legado del escritor británico. Las más espectaculares de ellas, más que nada por presupuesto y elenco artístico, se diseminan obviamente por el territorio de Reino Unido (en concreto, de ley es mencionar las recreaciones de El Rey Lear llevadas a cabo por Simon Russell Beale, en el National Theatre, y por David Ryall, en el Cockpit Theatre).
No obstante, y pese a la aparente modestia en los engranajes, Madrid también ha querido sumarse a las celebraciones respecto al nacimiento del autor de El sueño de una noche de verano.
A tal efecto, la Villa y Corte ha montado un programa de estrenos en los que el pulso de don William se hace patente, y toma el brillo de las aves de los paraísos literarios continuamente verbalizados.
Un escaparate en el que destacan tres títulos.
COMO GUSTÉIS (del 8 de mayo al 15 de junio)
El Teatro Valle-Inclán (Plaza de Lavapiés, s/n), perteneciente a la red de salas del Centro Dramático Nacional, aloja en su interior As You Like It: una de las más famosas comedias pastoriles que salieron de la pluma de Shakespeare, y que fue escrita originalmente en 1599.
Bajo la dirección del italiano Marco Carniti, y con traducción de María Fernández Ache, los amores contrariados entre la valiente Rosalinda y el taimado Orlando vuelan a través de un complejo sinfónico, en el que resuenan las notas de Mozart, Rossini y Nino Rota.
Auspiciado por las ocurrentes sentencias, el elenco vuela alto con los diálogos ideados por el cerebro inglés de Coriolano.
Un cuadro en el que sobresalen las colaboraciones de Beatriz Argüello (Rosalinda), Roberto Enríquez (Oliverio), Karina Garantivá (Celia) e Iván Hermes (Orlando).
LA VIOLACIÓN DE LUCRECIA (del 8 de mayo al 1 de junio)
La gran Nuria Espert regresa a los escenarios capitalinos con uno de los poemas más bellos y complicados construidos por el rapsoda de Stratford-upon-Avon.
La violación -o el rapto -de Lucrecia llega al Teatro de La Abadía con los sones reverenciales de una épica hiriente, de las que cuecen las escamas de la fragilidad al ritmo de su lírica sobrecogedora.
El director Miguel del Arco es el encargado de la escenificación, en la que Espert puede con todos los personajes de la composición: de Tarquino (el violador) a la víctima (Lucrecia), del marido de la protagonista a la doncella…
MANLET (Miércoles 7, 14, 21 y 28 de mayo)
Inspirado en uno de los textos del dramaturgo isleño más tratados en los circuitos internacionales (Hamlet), el libreto que presenta Nave 73 (Palos de la Frontera, 5) imagina una traslación a la época actual de los conflictos del príncipe de Dinamarca.
Esto le sirve a Inés Piñole (y a la autora, María Velasco) para relatar los afectos y fobias de un par de familias.
Por un lado se hallan Hamlet y Gertrudis (con Ofelia ya desaparecida), que representan a la Europa del desencanto y la depresión colectiva ante un futuro inexistente.
Mientras que en oposición a éstos se encuentran Medea y Jasón (con sus hijos muertos-asesinados), pareja que debe lidiar con una realidad carente de derechos, y sin el más mínimo sentido de la piedad humana.
Una apuesta que muestra la inmortalidad del espíritu de William Shakespeare: el dramaturgo más representado en el planeta Tierra.
Más información, entradas y horarios en
http://www.nave73.es/portfolio/manlet