Liam Neeson cruza el límite
Liam Neeson encabeza el reparto de “A Walk Among The Tombstones”, una oscura historia de acción que dirige el famoso guionista Scott Frank.
“Quien roba a un ladrón tiene 100 años de perdón”.
Esta frase lapidaria, refrán de dudable certeza celestial, sirvió al novelista Lawrence Block para imaginar qué sucede cuando lo que se le sustrae a un delincuente es su propia esposa.
Y lo que resultó de tal experimento fue una trama policiaca titulada A Walk Among The Tombstones (Un paseo entre tumbas, editada en español por Salamandra, en 1997).
Transcurrido el tiempo desde su publicación, la mencionada novela se ha transformado en una película cinematográfica con el mismo nombre de su precedente literario, un largometraje con vitriolo secuencial que dirige el prestigioso guionista Scott Frank.
LIAM NEESON LUCHA CONTRA SUS MIEDOS
Reciclado en el género de acción, el protagonista norirlandés de La lista de Schindler ha sido el escogido para convertirse en el alter ego del detective Matt Scudder, un personaje que ya sabe lo que es visitar las salas de proyección. Algo que este tipo de tinta y celulosa ideado por Block llevó a cabo -con no muy buenas sensaciones- de la mano de Jeff Bridges, en el filme Ocho millones de maneras de morir (Hal Ashby, 1986).
Alcohólico, solitario, amargado y tenebroso; así es el antihéroe que deambula por las páginas de A Walk Among The Tombstones, con el alma adherida a una botella de licor; aunque, en su fuero interno, el sujeto en cuestión sepa que las esencias etílicas son las puertas abiertas a un infierno que ya no quiere visitar.
El momento en que comienza la historia, Scudder se encuentra en el filo de la legalidad, haciéndose cargo de asuntos a los que no habría prestado el más mínimo interés cuando era agente de la policía de Nueva York.
Pero el trasiego en Hell’s Kitchen (donde ahora se levanta su figurado despacho) es donde cohabitan los fantasmas de la tentación y la virulencia ética y moral, el agujero adecuado para que la bondad se tiña de óxido y barro.
Por eso, a Matt no le extraña que recurra a él un conocido narcotraficante de la zona, un hombre con múltiples homicidios a sus espaldas que busca venganza por la muerte de su esposa.
Si este señor hubiera sido un ciudadano respetable, habría acudido a la comisaría más cercana. No obstante, Kenan Khoury siempre ha estado en el lado oscuro de la ley; por eso contrata los servicios del citado investigador en horas bajas.
Para comenzar su labor, el papel de Neeson sólo tiene una frase que le hicieron llegar los asesinos a su cliente, cuando secuestraron a la parienta de éste: “Un millón de dólares o matamos a tu mujer”. Ultimátum que no fue cumplido por el sanguinario marido.
Con la ayuda de dos genios de la informática, un punk callejero y una amiga prostituta, Matt Scudder descubrirá las entrañas telúricas que envuelven todo un conglomerado de crimen y traición.
Después de superar la candidatura previa de Harrison Ford (fue el primer interesado en encarnar el rol, cuando el proyecto fue propuesto con D.J. Caruso como director en 2002), Liam Neeson es –según el propio autor Lawrence Block– el actor perfecto para dotar de físico a su problemática creación humana.
Ante semejantes declaraciones, el intérprete de Non Stop se convierte en el reclamo más mediático de esta movie de género negro, cuyo estreno está previsto para el próximo mes de septiembre.
Un reto en el que el gigantón de Sin identidad comparte títulos de crédito con Boyd Holbrook (Mi nombre es Harvey Milk) y el británico Dan Stevens (a quien los lectores ubicarán como el educado Matthew Crawley, de la serie Downton Abbey).
Tráiler de “A Walk Among The Tombstones“, Universal Pictures
Más información en http://www.awalkamongthetombstones.net