El Old Vic celebra el centenario de Terence Rattigan
Está a punto de cometerse un asesinato en la zona londinense de The Cut. Muy cerca de la estación de Waterloo y del asfalto de Blackfriars, Alma Rattenburg planea cargarse a su pesado marido. Todo porque la señora se ha enamorado de un jovenzuelo de medio pelo, capaz de hacerle sentir que es una mujer con deseo, pasión encendida y secretos de los que derrumbarían los cimientos del país que gobierna David Cameron. Pero estos personajes no son de estos tiempos de redes sociales y conversaciones de pantalla, son seres sentenciados a permanecer en una época pretérita de Gran Bretaña; aunque se actualizan cada noche -hasta el 11 de junio- en las representaciones de Cause Célèbre.
Cien años no parecen nada, si se echa un vistazo a las obras de Terence Rattigan (Londres, 1911- Hamilton, Bermuda, 1977). Los diálogos escritos por el célebre dramaturgo siguen lanzando latigazos de ética mediada por las convenciones, sudores de humanidad oculta y deseos de romper de la manera más salvaje las ataduras de un cosmos opresivo y desquiciante. Sin embargo, nada más que lejos que ampararse en la vulgaridad; ya que los textos del popular autor teatral se caracterizan por la exquisitez formal y la profundidad de sus palabras y frases. Nada está puesto al azar en la producción de este elegante dandi del lenguaje; y eso pese a que su condición de homosexual le obligó a ser excesivamente puntilloso, en cuanto a que su vida privada trascendiera a las páginas de los tabloides.
El Old Vic rinde homenaje en su centenario a Sir Terence, y lo hace con la mencionada Cause Célèbre; una muestra más de las obsesiones escénicas del escritor inglés; constantes que solían sublimarse disueltas en relaciones al borde de la locura, y continuos atentados no confesos contra la moralidad tradicionalista. Las cerca de dos horas que dura cada noche el montaje llevado a cabo por Thea Sharrock otorga la voz pecadora a sus actores, quienes conjugan sus movimientos acompasados o compulsivos para que los espectadores lleguen a comprender –aunque sea simplemente a medias- las motivaciones de una Thérèse Raquin anglosajona y originaria del pasado siglo XX.
La solvente Anne-Marie Duff (a quien los aficionados al séptimo arte podrán contemplar como la madre de John Lennon, en la cinta Nowhere Boy) es la encargada de meterse en la piel de esta asesina pasional, que existió en la realidad. Ella es la que dirige la evolución de una historia que marca el devenir trágico de una serie de tipos a los que la vida enfrenta sin penitencias redentorias a situaciones demasiado extremas.
Cause Célèbre es una de las obras más descarnadas de Rattigan, pero no es la única que refleja las decisiones erróneas de los seres humanos empujados por sus propios sentimientos. Similares estratagemas argumentales ya las utilizó en El chico de los Winslow y La versión Browning. Eso como dramaturgo; ya que en su faceta como guionista, el londinense también transitó por la asfixia de los hijos de la tierra de Arturo con títulos como Mesas separadas y Adiós Mir. Chipps.
Apuestas como la descrita han colocado al Old Vic en el candelero de los escenarios más relevantes del panorama internacional. Parece que desde que Kevin Spacey entrara a formar parte del staff de la institución –algo que ocurrió en 2003, en calidad de director artístico-, el popular centro vive una segunda juventud; después de experimentar sus mejores tiempos de gloria –desde su fundación en 1818– cuando la batuta rectora la llevaban Laurence Olivier y Ralph Richardson.
Tal momento de recuperación de público se puede comprobar incluso en el programa futuro del magno corral de actuaciones; en el destaca la versión que el propio Spacey prepara de Richard III, de William Shakespeare, cuyas representaciones comenzarán el 18 de junio, aunque las entradas ya están a disposición de los interesados.
Como se puede comprobar, el antiguo The Royal Coburg Theatre vuelve a estar de moda, como también lo está en este 2011 Sir Terence Mervyn Rattigan; y no solamente desde la perspectiva de los escenarios en directo. El centenario del nacimiento del capialino se completará con el rodaje cinematográfico del texto de su puño y letra The Deep Blue Sea, realización que corre a cargo de Terence Davies. La historia de una fémina con un amor furtivo durante la Segunda Guerra Mundial es lo que cuenta esta producción, que protagoniza Rachel Weisz.
Más información, tickets y horarios en http://www.oldvictheatre.com