David Byrne esparce optimismo
El antiguo líder de Talking Heads triunfa en Broadway con "David Byrne's American Utopia": un colorido espectáculo de música y baile, en el que el artista escocés repasa parte de sus hits más recordados.
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David Byrne siempre se ha caracterizado por esgrimir un talento polifacético, incapaz de quedarse en los márgenes de una simple disciplina artística.
Pese a que la música ha sido el medio preferido por el creador escocés, para exponer sus inagotables ideas; el teatro y las imágenes en movimiento se han convertido en plataformas más que naturales con las que contentar su espíritu libertario, obsesionado con pergeñar proyectos de artificio casi wagneriano. Una categoría que American Utopia (el séptimo álbum en solitario del escocés) cumplía a la perfección.
Desde su aparición en el mundo de las ondas (ocurrida el 9 de marzo de 2018), esta obra adquirió la singularidad de ser mucho más que un disco de los que degustar en un aparato de sonido. Byrne planeó en un inicio hacer de este trabajo un proyecto multimedia, bautizado como Reasons to Be Cheerful: intenciones que el que fuera líder de Talking Heads acabó finalmente reciclando en un espectáculo teatral, con aroma a concierto de etiqueta y dramaturgia típica de un musical con ganas de explorar la pegada de las veintiuna composiciones que aúna su curso narrativo.
Tras probar cómo iba el experimento en algunas salas, David Byrne’s American Utopia desembarcó en el Hudson Theatre de Nueva York el pasado mes de octubre, y la acogida fue tan sorprendente, que las representaciones van a acabar prolongándose hasta el próximo 16 de febrero de 2020.
Las críticas a las asunciones -presuntamente civilizadas- de un mundo que se escapa al control humano conforman gran parte del discurso lírico de esta intensa velada sinfónica, en la que el autor de Psycho Killer activa la mente de los espectadores, con cada número que interpreta junto al nutrido grupo de músicos; dentro de lo que él califica como “el más ambicioso e impresionante show en vivo de todos los tiempos“.
DAVID BYRNE DA RIENDA SUELTA A SU HISTRIONISMO
No hace mucho, Bruce Springsteen paseó admirablemente sus confesiones a golpe de guitarra por Broadway; y su estela aún se recuerda en la calle neoyorquina de los teatros. Con semejantes montajes, música y dramaturgia se empiezan a dar la mano en una nueva manera de sincronizar la filosofía de los conciertos y la proximidad de las salas con aforo limitado. Una experiencia que hace más cercanos a los ídolos del rock o de la new age, como es el caso de David Byrne.
Según estos propósitos, American Utopia consigue transmitir al patio de butacas la sensación de encontrarse en un estadio lleno de gente, mientras se disfruta cómodamente con algunos de los temas más recordados del cerebro de Talking Heads. Sensaciones que tampoco distan mucho de las que la citada banda y su voz solista ofertaban en cada una de sus actuaciones pasadas y presentes (los que pudieron asistir al concierto de DB en Las Noches del Botánico de 2018 se harán una idea bastante aproximada, de lo que acontece en el interior del Hudson Theatre).
Danzas tribales, estética vintage, atmósfera a vodevil de los años cincuenta, y muchos efectos lumínicos (excelente aportación de Rob Sinclair, en este apartado) se suceden a lo largo de las cerca de dos horas que sostienen el cromatismo deslumbrante desplegado en David Byrne’s American Utopia. Y que concluye entre los inspirados acordes de Road to Nowhere.
Después del desfogue mencionado, el músico escocés deja buena constancia del mensaje optimista de un universo de concordia y felicidad medioambiental, justo como predicaba Tomás Moro en su célebre libro, del que DB toma prestados el título y alguna que otra asunción teórica.
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https://www.newyorktheatreguide.com
