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Viajar por el universo es como adentrarse en un escenario desconocido, oscuro y temible por la inmensidad que conlleva. En continua expansión, el hábitat donde charlan las estrellas (y en el que los planetas juegan a partidas interminables de petancas figuradas) baila acompasadamente al ritmo de canciones de tierras lejanas, justo como en el relato Songs Of Distant Earth, de Arthur C. Clarke. Dentro de un paisaje tan fantástico, las leyes de la física sirven tanto como un chorro de gasolina diesel en un motor alimentado por energía solar; y el comportamiento supuestamente racional del espacio-tiempo adquiere contorsiones de marioneta derretida.
Ese misterio que envuelve a las nebulosas y a los aros crepusculares, siempre a años luz de las posibilidades humanas, es el ingrediente básico en el que se ha inspirado el cineasta Christopher Nolan (Londres, Inglaterra, 1970) para dibujar Interstellar: un filme de aventuras tetradimensionales, que el responsable de Memento graba en estos días, pertrechado en los escenarios de Alberta (Canadá).
Las teorías de los astrónomos
Un concepto, todavía imposible de probar con la experiencia científica, es el que protagoniza la trama de este proyecto en vías de montaje. Un trabajo que fue anhelado inicialmente por Steven Spielberg; y el cual cayó en las manos del autor de la nueva trilogía de Batman, cuando la idea se hallaba en los fondos inescrutables de las historias sin fecha de elaboración.
Muy cercano a posturas más realistas que a las meramente pirotécnicas de la ciencia-ficción más comercial y vendible, esta obra del realizador británico toma su vitamina activa de los posicionamientos de los astrónomos, respecto a la existencia de los llamados agujeros de gusano (denominación que hizo célebre el experto John Wheeler, en 1957).
Concebidos como singulares conos escarbados en el interior de los abismos negros, los worm holes tienen al parecer la capacidad de definir una cuarta dimensión, consistente en la superposición del espacio y el tiempo. Aunque, para simplificar la cuestión, lo mejor es pensar en una manzana y un gusano. El insecto quiere comerse el fruto, y para ello debe determinar cómo lo hará. Si los estudios matemáticos son correctos, la manera más rápida y eficaz será de parte a parte; ya que la distancia más corta es la línea recta. Así, la cavidad surcada se convertiría, a groso modo y sin las connotaciones gravitacionales, en el agujero de gusano o Puente de Einstein-Rosen.
Amantes del cosmos como Ludwig Flamm (1916), Hermann Weil (1921) y Klauza-Klein (con sus escalas subatómicas) han abordado esta temática con capacidad visionaria y telescópica. Sin embargo, fueron las lecciones del profesor Kip S. Thorne las que ofrecieron la fuerza narrativa a Nolan y a su hermano Jonathan, quienes pronto vieron las posibilidades de un guion que planteara reflexiones coherentes sobre los viajes que aglutinan las coordenadas habituales.
Y aquí finaliza lo que se puede contar con un mínimo de veracidad. No obstante, pese a que los engranajes de la sinopsis aún permanecen en el más absoluto secreto, lo que sí se ha adelantado a la Prensa es la confección del nutrido elenco dramático, en el que las estrellas mediáticas brillan casi tanto como los cuerpos celestes que bordean los worm holes. En concreto, el cuadro artístico se compone de Matthew McConaughey, Anne Hathaway, Jessica Chastain, Wes Bentley, Casey Affleck, Michael Caine y Topher Grace, entre otros.
Todos estos intérpretes se hallan en estos momentos grabando -en formato de celuloide- las obsesiones por los universos paralelos de Christopher Nolan, pasión curvilínea de la realidad perceptible (nunca lineal), que el director ya trató inteligentemente en el esquizofrénico y amargo largometraje titulado Origen. Jornadas con cuadernos de bitácora con pulso de comandante Kirk que tendrán un primer avance en el correspondiente tráiler; el cual debería acompañar al estreno de la segunda entrega de The Hobbit, fechado para el próximo 13 de diciembre. Un aperitivo que ofrecerá su menú completo en las carteleras planetarias el 7 de noviembre de 2014 (siempre, según las previsiones de la productora).
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