Cher vuela alto en Broadway
El Teatro Neil Simon de Nueva York clausurará las representaciones de "The Cher Show" el próximo 18 de agosto; con un resultado sorprendente, en cuanto a las entradas vendidas.
Cher (bautizada al nacer como Cherilyn Sarkisian) es ante todo un especimen de naturaleza mediática, cuyo hábitat preferido es un escenario, un plató de televisión o un set cinematográfico. Los focos son a Cher lo que un flotador a un socorrista de los de David Hasselhoff; con tales artefactos lumínicos, la artista californiana ha potenciado una existencia abonada al espectáculo continuo, sin reparar nunca en actitudes políticamente correctas, o movimientos comandados por la mesura.
Esa vena de libertad a ultranza y voluntaria bohemia, carente de complejos para con las normas sociales más restrictivas de un país tan tradicionalista como Estados Unidos, ha llevado a la antigua pareja de Sonny Bono a reinar en el universo del pop a lo largo de cerca de seis décadas con sus brillantes elocuencias, ajena al paso del tiempo y de las modas.
Cher ya se había dado el gustazo de tener su propio programa de televisión (The Cher Show) y hasta su particular y desbocado homenaje cinematográfico, embutido en el filme Burlesque; pero le faltaba un musical al uso, como los creados para celebrar la magia artística de otras colegas profesionales de eterno recuerdo y hits imperecederos. En este sentido, la idea generatriz de The Cher Show partió de la necesidad de pensar en un montaje similar a lo que se había efectuado en Broadway con las carreras de ladies del tirón de Carole King, Edith Piaf y Donna Summer.
Así surgió el biopic musical que ocupa el interior del Neil Simon Theatre, obra que porta el mismo título que el famoso programa televisivo que la actriz y cantante norteamericana mantuvo en la cadena CBS, entre 1975 y 1976. Y el resultado es un potente retrato audiovisual, dividido en dos imaginativos e intensos actos, alimentados con treinta y cinco de las songs más coreadas de la trovadora del sonido hippie.
El dramaturgo Rick Elice resume en poco más de dos horas la extensa trayectoria curricular de la ganadora de un Oscar a la Mejor Actriz, por Hechizo de luna; y la encapsula en tres momentos diferentes: los inicios (Babe, encarnada por Micaela Diamond), la etapa de ascensión (Lady, caracterizada por Teal Wicks), y la del estrellato hacia el Olimpo de los iconos de la cultura popular (Star, a la que pone rostro y voz Stephanie J. Block).
El mencionado tríptico conforma la poliédrica fisonomía de Mrs. Sarkisian: una dama imprescindible en el las artes escénicas y musicales del siglo XX y del XXI, a la que el director Jason Moore (Everwood) eleva al pedestal de los mitos de neón y sombra de ojos, a través de las asociativas letras de sus composiciones líricas.
CHER REFLEJA SU IDIOSINCRASIA A LO LARGO DEL LIBRETO
Desde su estreno en el Oriental Theatre de Chicago, ocurrido el 12 de junio de 2018, la obra ideada por Rick Elice ha cosechado un éxito ascendente, hasta promover el traslado a la ambicionada y elitista cartelera de Broadway.
El Neil Simon Theatre de la 250 con la calle 52 es el lugar en el que ha recalado actualmente este montaje cargado de lentejuelas y ropajes sorprendentes; en el que participan activamente el coreógrafo Christopher Gattelli, y el diseñador de vestuario Bob Mackie (el hombre que se encargó de escoger los atavíos de Cher, durante gran parte de su carrera).
La aparatosa puesta en escena revela las intenciones de The Cher Show, que se erige como un emotivo recorrido por épocas tan efervescentes en USA, como fueron las décadas de los sesenta, setenta, ochenta y noventa de la pasada centuria. Años que constituyen un figurado tapiz de cromatismo cegador, que despliega atmósferas de distinto signo, para definir el estilo desenfadado de la hija de John Sarkisian y Georgia Holt.
Bajo estas coordenadas de apabullar a la audiencia desde el inicio de la obra, materializado con los sones de If I Could Turn Back Time, la representación no pierde fuelle no decibelios hasta la caída del telón; regada por secuencias y números de sensitiva trascendencia, como el de la la entrega del citado Oscar a Cher como Mejor Actriz en 1988, por Hechizo de luna.
Al compás del pegadizo ritmo de The Shoop Shoop Song (It’s In His Kiss), Bang Bang (My Baby Shot Me Down), Believe o Gypsies, Tramps and Thieves; la biografía de la protagonista de Máscara expone los pensamientos, las acciones, los sueños y los miedos de la considerada como “diva del pop”, esbozados por medio de las explícitas canciones que ilustran la historia.
Una montaña rusa de bailes esforzados y glamur exultante, que han valido para que The Cher Show se haya alzado con dos premios Tony, en la pasada ceremonia de 2018. Todo un reconocimiento para una star que todavía sigue en la brecha, a pesar de que anunció su retirada de las actuaciones multitudinarias en 2005 (norma que únicamente rompe en contadas ocasiones).
Nota.- The Cher Show estará en el Neal Simon Theatre hasta el 18 de agosto de 2019, para viajar en octubre de 2020 al interior del Rochester Theatre, situado también en la urbe de la Estatua de la Libertad.
Más información, entradas y horarios en
https://www.broadwaydirect.com/theatre/neil-simon-theatre