Adrien Brody, The Handcuff King
Adrien Brody es el protagonista de “Houdini“, una miniserie de History Channel en la que el neoyorquino interpreta al genial mago y escapista nacido en Budapest.
Una hora y diez minutos bajo el agua. 420 segundos aguantando la respiración… Cuando la voluntad humana bombardeaba los límites naturales, un húngaro llamado Erik Weisz asombró al mundo al establecer marcas como las descritas.
Aviador, trapecista, mago, prestidigitador y escapista; Harry Houdini fue en las fronteras de la fantasía todo un icono, un mito que causó admiración por su brillantez escénica y la sinceridad con la que realizaba cada uno de sus espectaculares números.
De hecho, el artista dedicó gran parte su vida profesional a perseguir el fraude en el ocultismo. Actividad comprometida que no le impidió denunciar públicamente incluso al famoso Jean Eugène Robert-Houdin; el cual era una especie de mentor para el joven ciudadano del imperio de Francisco José I.
Muchas fueron las facetas del vitoreado Handcuff King (Rey de las esposas) que sedujeron a sus coetáneos, y que siguieron estimulando a las generaciones posteriores a su fallecimiento.
Una fascinación que, sin duda, ha debido acompañar al director germano Uli Edel (Yo, Cristina F) mientras rodaba la miniserie Houdini, que llegará a las pantallas estadounidense entre el 1 y el 2 de septiembre de 2014 (coincidiendo con la festividad del Labor Day).
ADRIEN BRODY SE HACE INVISIBLE
Ciudades tan sugerentes como Nueva York, Londres o París fueron itinerarios habituales en la carrera de Harry Houdini (Budapest, Imperio Austro-húngaro, 1874- Detroit, Michigan, USA, 1926); templos de la gloria donde el cliente y amigo de Martin Beck consiguió el triunfo y la escafandra de la inmortalidad.
Unos lugares titánicos e inspiradores que dibujan el paisaje dramático de la producción financiada a medias entre Lions Gate Television y A&E Television Networks.
Mágico en forma y contenido, el relato que emitirá History Channel sigue los pasos del escapista más singular de cuantos han existido, ficcionados por el rostro del neoyorquino Adrien Brody.
El oscarizado intérprete de El pianista encarna con profundidad y decisión a un personaje que trascendió de la propia realidad, para convertirse en un superhéroe: uniforme necesario en una época que aún estaba curándose las heridas de la Primera Guerra Mundial.
No obstante, ésta no es ni mucho menos la primera vez en que Harry “Handcuff” Houdini acude a los televisores y a las salas de cine; ya que el mítico ilusionista ha contado -entre las más destacadas caracterizaciones- con la apariencia de actores tan distintos como Tony Curtis (El gran Houdini, George Stevens, 1953) y Guy Pearce (El último gran mago, Gillian Armstrong, 2009).
Aunque para la miniserie de Edel, Brody ha podido apoyar su trabajo en los estimables pilares del guion que firma el estadounidense Nicholas Meyer (autor del libreto de La mancha humana y de El príncipe de Egipto).
Por medio de la intensa narración del screenwriter, la trama se agarra fuertemente al currículo de HH, para imaginar con lentes infrarrojas por las relaciones pasionales, amistosas y familiares del protagonista.
Un marco vivencial donde adquiere especial relevancia la presencia de Wilhelmina Beatrice “Bess” Rahner (la determinante esposa del artista, a la que dota de físico Kirsten Connolly).
Sin embargo, en el plano de las colaboraciones también resulta interesante señalar la contribución de conocidos gobernantes, como el káiser Guillermo II (Gyula Mesterházy) y el zar Nicolás II (Simon Nader).
Cuatro horas en las que los espectadores volverán a gozar con las aventuras de un hombre inolvidable, quien envolvió todas sus acciones con un manto de misterio, tanto delante como detrás de los focos.
Un individuo de gran fuerza mental que incluso quiso burlar a la muerte, cuando se le reventó el apéndice; aunque, en ese caso, la gravedad de la peritonitis ganó lamentablemente la apuesta. Tenía sólo cincuenta y dos años, y muchos sueños por realizar…
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