William Katt, el gran héroe americano
Este actor californiano se hizo famoso en los ochenta con la serie titulada "El gran héroe americano", donde interpretaba a un ingenuo profesor de instituto, que adquiere poderes sobrehumanos. Antes del citado éxito televisivo, Katt ya había destacado en el cine, con papeles notables en "Carrie", "El gran miércoles" y "Primer amor", entre otras producciones. Una carrera que empezó a decaer en los años noventa. ¿Dónde está ahora el entrañable profesor Ralph Hinkley?
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William Katt reunía bastantes cualidades para gozar de cierta fama en la industria audiovisual. Para empezar, el californiano era vástago de los también actores Bill Williams y Barbara Hale (el rostro de la conocida secretaria de Perry Mason, la eficiente Della Street); algo que le otorgó desde casi la cuna un conocimiento profundo del mundo del espectáculo.
Semejante linaje -de innegable privilegio- se mezcló convenientemente con el aspecto de Katt, a través de su cuidada melena de rizos rubios, en plan rock star setentera, y una capacidad innegable para caracterizar a jóvenes de naturaleza sincera y bondad apreciable (justo en sintonía con los chicos que las madres norteamericanas de la época de los pantalones campana solían desear como novios para sus hijas casaderas).
Con esas credenciales, Katt supo desde la adolescencia que lo suyo era la interpretación, aunque también quiso compatibilizar esta vocación heredada de sus progenitores con una faceta musical en la que no le fue particularmente bien (editó un disco en los ochenta, titulado Secret Smiles, que pasó desapercibido). De esta manera, a partir de 1970 (cuando William contaba diecinueve años de edad), el aún en ciernes “gran héroe americano” empezó a repartir sus fotografías entre los agentes más destacados de USA, y a presentarse a multitud de castings.
La televisión fue el primer medio que le abrió las puertas al joven hijo de Barbara Hale, a base de personajes secundarios de ligero calado, en producciones ahora legendarias, del tipo de Emergencia, MASH, Kung Fu, La mujer policía, La ley del revólver y Kojak.
Hasta que en 1976, Biran de Palma le encargó su gran bautismo cinematográfico, en el film de terror Carrie. Esta película, basada en la homónima novela de Stephen King, supuso un excelente espaldarazo a la carrera de Katt, al compartir el set de rodaje con unos emergentes Sissy Spacek, John Travolta, Amy Irving y Nancy Allen.
Antes del estreno de Carrie, Katt asistió (en diciembre de 1975) a una audición para el papel de Luke Skywalker, en La guerra de las galaxias. La cosa no salió nada mal, y el intérprete californiano pensaba que ya tenía en el bolsillo el rol del joven jedi; pero, finalmente, George Lucas escogió a Mark Hamill, y los planes de WK para explorar el espacio en formato de celuloide se vinieron abajo.
WILLIAM KATT VIVIÓ SUS MEJORES MOMENTOS PROFESIONALES EN LOS AÑOS SESENTA Y EN LOS OCHENTA
El revés de Star Wars no desanimó a William Katt, quien se sintió recompensado con el papel protagonista de la cinta romántica Primer amor (Joan Darling, 1977). La movie se basa en la novela Sentimental Education, de Harold Brodkey, y en ella Katt encarna a un joven pobre, que se enamora de una chica rica, a la que interpreta Susan Dey. La película consiguió cierto seguimiento entre un público mayormente adolescente, y dio esperanzas a WK para seguir aumentando su currículo en el séptimo arte, con producciones del tipo de El gran miércoles (título mítico sobre el surf, que dirigió John Milius, en 1978).
Después de las mencionadas aventuras en el mar, William pasó una temporada algo aciaga, en cuanto a trabajos resaltables; hasta que en 1981 fue seleccionado para liderar el elenco artístico de una comedia sobre superhéroes, titulada El gran héroe americano. La capacidad de Katt para el humor, más la compenetración con el resto de los actores del serial (Connie Sellecca, Robert Culp, Michael Paré…), provocó que El gran héroe americano adquiriera un seguimiento que sorprendió incluso para su creador, Stephen J. Cannell. La serie se mantuvo en antena a lo largo de 44 episodios, hasta 1986; y, tras su cancelación, WK ya fue para siempre jamás el profesor Ralph Hinkley en el ideario catódico de miles de espectadores (Believe It or Not, cono coreaba Joey Scarbury al principio de casa capítulo).
Los ochenta no le fueron mal al hijo de Barbara Hale. La diversión jurásica Baby, el secreto de una leyenda perdida (Bill Norton, 1985) y la neurótica y fantasmal House, una casa alucinante (Steve Miner, 1985) son las mejores muestras del versátil talento delante de las cámaras de Katt en esa década.
Sin embargo, el cine ya no encontraba fácilmente acomodo para el querido Tommy Ross de Carrie; por lo que William tuvo que refugiarse una vez más en la televisión. La oportunidad de un regreso que siempre mantuvo activo le llegó de la mano de su madre, Barbara Hale, y del mítico Raymond Burr, con el remake de Perry Mason. Durante varios años, Katt encarnó a Paul Drake, Jr. (el hijo del recordado detective Paul Drake, al que prestó su físico William Hooper), y lo hizo con una más que notable solvencia.
Paul Drake fue el último gran rol de este actor de inolvidable melena rizada y sonrisa siempre a flor de plano. Aunque esto no quiere decir que el californiano haya tirado la toalla, ya que se ha mantenido en la profesión de manera continuada, pese a que sus trabajos no han gozado de semejante trascendencia mediática a la de sus actuaciones más recordadas.
Nota: William Katt tiene pendiente el estreno de la película familiar When We Get There, de Ryan Patrick Welsh y Justin Giddings. Además, ha dirigido tres películas, entre el año 2000 y 2013).
