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Tom Hardy no es nuevo en el universo de los superhéroes, aunque a él siempre le han tirado más los roles de los antagonistas.
El actor de La entrega ya se las hizo pasar canutas a Batman, en El caballero oscuro: La leyenda renace (Christopher Nolan, 2012); cuando este se encasquetó una terrorífica máscara sobre el rostro, para dar vida al cavernoso y atlético Bane.
En esa ocasión, la interpretación de Hardy eclipsó en gran medida la mimética caracterización de Christian Bale, en la parte del Hombre Murciélago; y consiguió que en la memoria de los espectadores perdurase más el lado oscuro de la aventura que la sobriedad salvadora del héroe alado.
Probablemente, esas conclusiones han animado a los responsables de Venom a ofrecerle el papel del psicópata extraterrestre al carismático Mad Max del nuevo milenio.
No obstante, la situación es notablemente diferente con respecto a la citada obra de Nolan. Para empezar, DC no es Marvel, y el espíritu más familiar y ligero de las historietas de Spider-Man obligan a encajar adecuadamente en la filosofía del sello una movie como esta, construida para dignificar a un ser tan espectral como este alienígena con dientes de sable.
A tal efecto, Sony Pictures ha querido enlazar el rodaje de este peculiar spin-off con los flecos taquilleros de Spider-Man: Homecoming, y con los laureles dinerarios de los múltiples capítulos cinematográficos de Los Vengadores.
Una táctica que ha alimentado el hambre de los seguidores de Marvel, ansiosos por comprobar cómo la factoría de las sensaciones positivas desarrolla un largometraje sobre uno de los “malos” más peligrosos de las viñetas protagonizadas por Peter Parker.
TOM HARDY Y LAS POSESIONES ALIENÍGENAS
Con los primeros duelos mantenidos entre Spider-Man y Venom (sin olvidar los rescatables enfrentamientos con Drácula) se puede decir que el elemento sobrenatural entró de lleno en las páginas de los tebeos de Marvel.
Definido como un simbionte de vida extraterrestre que domina el cuerpo y el alma del antiguo periodista Eddie Brock, este personaje ideado en los ochenta por David Micheliene y Todd McFarlane captó rápidamente la atención de los lectores, merced a su comportamiento agresivo y a sus planes homicidas destinados a acabar con el arácnido superhéroe del traje azul y colorado.
Los guionistas Scott Rosenberg (Con Air) y Jeff Pinkner (The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro) han trabajado intensamente para dar con la fórmula ideal con la que dotar a Venom de la suficiente entidad y empatía, como para soportar sobre su musculatura ambigua el peso total de la historia.
El libreto, del que se desconocen aún sus puntos argumentales exactos, juega con las asociaciones del tenebroso espíritu galáctico y su álter ego humano: el de un periodista denostado por complots poco aclarados anteriormente, que lleva por nombre Eddie Brock.
Esta bifurcación entre hombre y bestia es lo que más ha interesado a Tom Hardy con respecto a Venom, y lo que le ha impulsado a entrar en un proyecto con las ambiciones comerciales y mercadotécnicas que presenta esta obra dirigida por Ruben Fleischer.
Michelle Williams y Jenny Slate acompañan al actor inglés en esta potenciación del fantasma espacial apodado Veneno, que ya tuvo una aparición más o menos estelar en las carteleras en 2007, de la mano de Sam Raimi y de Spider-Man 3 (en esa ocasión, Topher Grace fue el encargado de dar vida a Venom y a Eddie Brock).
Nota.- Venom tiene previsto su estreno en España para el próximo 5 de octubre de 2018.
