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Ralph Fiennes vive un buen momento profesional a nivel cinematográfico. Sus encarnaciones como M, en la saga de James Bond, y Lord Voldemort, en las cintas de Harry Potter, le han dado brío y relumbrón a una carrera diversa y vasta en caracterizaciones sorprendentes, que el actor británico solventa con una envidiable capacidad técnica ante las cámaras.
Uno de los últimos trabajos en los se ha involucrado el protagonista de El paciente inglés lleva por título The Dig (La excavación): una costumbrista y casi bucólica adaptación de la homónima novela escrita por el antiguo crítico de televisión John Preston, que narra el descubrimiento del mayor emplazamiento funerario anglosajón del siglo VII.
La película, financiada por la plataforma online Netflix, está dirigida por Simon Stone (The Daughter), quien ha utilizado el polémico texto de Preston como una guía dramática y escénica, para luego tomarse algunas libertades a la hora de planificar la historia y el guion.
Ralph Fiennes da vida al peculiar arqueólogo local Basil Brown: un tipo que está algo molesto con las autoridades académicas del museo regional. Algo que pretende cambiar, con el descubrimiento de los enclaves funerarios albergados bajo el terreno de una enérgica viuda.
Carey Mulligan (Lejos del mundanal ruido) y Lily James (Cenicienta) acompañan a Fiennes, en esta aventura basada en hechos reales.
RALPH FIENNES NO EMULA A INDIANA JONES
Publicada en 2007, la novela The Dig causó un cierto revuelo entre las autoridades académicas y los expertos. Uno de los principales motivos para las críticas estribaba en que John Preston había convertido a su tía, Peggy Piggott, en el auténtico motor del relato; mientras que el resto de los personajes quedaban bastante mermados en lo relativo al hallazgo de Sutton Hoo, en la zona de Suffolk (Inglaterra).
El libreto en el que se basa el filme, elaborado por Moira Buffini (Jane Eyre), prescinde de la narración en primera persona de Mrs. Piggott, y centra su foco de atención en torno a una galería de tipos discordantes, que sacan a la luz -casi por azar- el más completo asentamiento funerario en forma de barco del reino anglosajón de East Anglia.
Según sus elementos argumentales, The Dig se asemeja bastante poco a las aventuras al borde del abismo de En busca del arca perdida, o a los peligrosos alumbramientos arqueológicos de Howard Carter. Por el contrario, el regionalismo autóctono puede convertir esta movie (ambientada en 1939) en un clásico ejemplo de costumbrismo británico, que tiene como telón de fondo la importancia de una de las excavaciones primordiales para conocer los enterramientos en la Inglaterra de principios de la Edad Media (la Alta Edad Media).
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