Pierce Brosnan se pasa a la CIA
Pierce Brosnan regresa al género de acción con “The November Man“, un filme basado en un texto de Bill Granger que dirige Roger Donaldson (“Un pueblo llamado Dante’s Peak“).
Ser la percha cinematográfica de 007 marca incluso cuando el actor ya ha abandonado el personaje.
Las peculiares características del espía británico creado por Ian Fleming sellan su estilo a fuego lento, y tatúan con colores imborrables el modus operandi de los players, presos de la egocéntrica figura del elegante tipo con lavanda British.
Sean Connery, Roger Moore, George Lazenby o Timothy Dalton han sido presa, desde su divorcio de la saga, del fantasma de James Bond.
Un espíritu activo que tampoco ha abandonado al irlandés de nacimiento, aunque con doble nacionalidad estadounidense, Pierce Brosnan.
De nada ha servido que el protagonista de El escritor haya estado ausente del Austin Martin cerca de dos décadas; ya que los usos y costumbres del servidor de Su Graciosa Majestad vienen a ser como un desodorante permanente, de los que nunca abandona las axilas de su portador.
Olor a héroe con tentáculos funcionariales que emborracha el papel encarnado por Brosnan en The November Man: intensa producción made in USA, que verá la luz en las pantallas de las barras y estrellas el próximo 27 de agosto de 2014.
PIERCE BROSNAN CAMBIA DE BANDERA
Rodada en escenarios de Belgrado (Serbia), la película -cuyo reparto encabeza el simpático Remington Steele– sigue las andanzas de un ex agente de la CIA tan letal como efectivo, llamado Peter Deveraux.
Al comienzo del filme, el hombre vive más o menos tranquilo en Suiza. Hasta que es reclamado por sus jefes para que comande una peligrosa misión de despedida, en la que tiene que entrenar para el servicio a un joven pupilo que responde al nombre de David Manson.
Ambos se ven envueltos en una operación mortal y violenta, en la que se revela la participación del nuevo presidente ruso, y donde la prioridad del héroe es mantener a salvo a una incómoda testigo, escondida bajo la identidad de Alice Fournier.
La célebre novela There Are No Spies, elaborada por el narrador William Francis Granger (Wisconsin Rapids, USA, 1941- Mantero, Illinois, 2012), sirve de base argumental al director Roger Donaldson (quien ya colaboró con Brosnan en Un pueblo llamado Dante’s Peak) para montar un pirotécnico largometraje, sustentado a través del adrenalítico guion firmado por Michael Finch (Predators) y Karl Gajdusek.
La pareja de screenwriters comprende a la perfección la naturaleza casi suicida del frío Peter Deveraux, al que sitúan en una realidad plagada de giros inesperados, explosiones atronadoras, tralla encendida con pólvora candente y relaciones alteradas por el estigma de la desgracia.
Un puzle de contagiosos ingredientes que tiene en los rasgos voluntariamente cansados de Brosnan el referente más adecuado; aunque convenientemente secundado por la australiana Eliza Taylor (Sarah), la ucraniana Olga Kurylenko (Alice Fournier), Will Patton (Perry Weinstein) y Luke Bracey (David Mason).
En definitiva, un laberinto en cuya salida se sitúa una vez más la figurada sombra de James Bond: tan alargada como primordial para los que han sido su alter ego, con independencia del tiempo que éstos hayan estado sin usar el membrete de licencia para matar.
Official Teaser by MOVIECLIPS Trailers
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