Nick Cave destapa sus esencias
El cantautor australiano y su compañero Warren Ellis (ambos miembros activos de la legendaria banda Nick Cave and the Bad Seeds) firman la banda sonora del documental "La Panthère Des Neiges" (Lakeshore Records e Invada Records): un disco inspirado en los escenarios tibetanos en los que transcurre el film. que exhibe la faceta más lírica del artista nacido en Warracknabeal.
Nick Cave y Warren Ellis conforman un tándem de inspiraciones conjuntadas y apasionantes, que les ha llevado a elaborar obras tan logradas como las bandas sonoras de La carretera (2009) y Comanchería (2016). Una relación profesional y artística, que ambos iniciaron desde principios de los noventa, cuando el músico Warren Ellis se unió al grupo Nick Cave and the Bad Seeds, liderado por NC.
“A la naturaleza le encanta esconderse“, entona Cave, en uno de los temas que alimentan la última colaboración de este con Ellis: la banda sonora del documental francés La Panthère Des Neiges. Una película dirigida por Marie Amguet y Vincent Munier, en la que el fotógrafo Vincent Munier y el escritor Sylvain Tesson se adentran en las altas extensiones tibetanas, para localizar el hábitat inmaculado del singular y bello leopardo de las nieves.
Asombrados por las imágenes de la citada movie, Cave y Ellis se dejan llevar por las sensaciones que les transmiten los escenarios helados e impolutos de manipulación humana en los que se desarrolla el largometraje; espacios abiertos y libres de contaminación, de los que toman prestado los silencios, los ecos, las melodías ululantes, los accesos cavernosos y las pacíficas vibraciones que difunden las rocas y las plantas.
“Esta película se merecía tener su propia voz musical, así que me reservé cinco días y pregunté a Nick si podría acercarse a escribir alguna canción y tocar alguna melodía al piano. Tras ver el film, Nick acabó quedándose cuatro de esos cinco días. Los dos estamos convencidos de que se trata de una de las cintas más bellas de cuantas nos han inspirado una banda sonora. Sin duda, ha sido una de mis experiencias favoritas en las que he trabajado. Las estrellas en El leopardo de las nieves son los animales en su universo salvaje y glorioso, como nunca se han visto con anterioridad; y se pueden contemplar con reverencia y emoción“, reconoce Ellis, en el comunicado de prensa de presentación del álbum.
NICK CAVE Y WARREN ELLIS SEDUCEN Y SON SEDUCIDOS
Ennio Morricone solía reconocer, en algunas entrevistas, que las películas a las que ponía música no determinaban demasiado los sonidos que al final generaba a través de las partituras. Una postura que Nick Cave y Warren Ellis parecen no compartir con el inigualable maestro de La Misión; ya que para ellos fue trascendental y casi catártico contemplar la magnificencia primigenia de las secuencias de La Panthère Des Neiges.
“Este mundo tiene oídos y las rocas tienen ojos“, sentencia Nick Cave, en el tema L’apparition: We Are Not Alone. Una frase que revela la potente inspiración que los paisajes helados y montañosos del Tíbet, con un montón de cachorros de felinos campando sin miedo ni artificiosas poses, ha fermentado en las mentes creativas de los dos músicos australianos.
Bajo el prisma descrito es comprensible el tono sacramental y lírico, como si se nutriera de susurros constantes, que protagoniza las trece pistas de las que consta esta soundtrack sentida y profunda.
Dentro de los surcos de la B.S.O. de La Panthère Des Neiges, las notas se metamorfosean en gélidos ambientes de ritmos cadenciosos, donde las estridencias son inexistentes; ya que únicamente prima la armonía sinfónica del piano multicolor de Cave y del violín somnoliento de Ellis. Un dueto sin discordancias, en el que se acopla a la perfección la voz grave de un Nick Cave difuminado con el ambient orquestado por la carga poética que embriaga el sentido melódico del disco.
Sincero y sensitivo, este último trabajo de Cave y Ellis se desprende de las vitolas estelares y mitómanas, para ofrecer una obra a pie de tierra, que regala reflexiones alejadas de la mercadotecnia del consumo rápido y desnaturalizado propios del siglo XXI. Un CD que evoca cuadros de calma absoluta, cuyo mayor interés es el de dejarse llevar por la imaginación audiovisual que desborda su esencia creativa.
Más información en
https://lakeshorerecords.com/ y https://www.invada.co.uk/