Mike Oldfield dará a conocer el próximo 20 de enero su nuevo disco: Return to Ommadawn.
Pese que aún no se ha podido escuchar más que un pequeño extracto del mismo, lo que sí ha anticipado el artista es que se trata de un regreso a la música que popularizó en 1975, con la grabación de Ommadawn.
Según el propio autor de Tubular Bells, la idea le rondaba la cabeza desde hacía tiempo, ya que siempre había considerado el citado álbum como uno de los más hipnóticos de su exitosa carrera.
TLCM aprovecha para felicitaros la Navidad, con una de esas noticias que generan hambre por desvelar los futuros acontecimientos culturales, con los que adentrarse en los abismos inestables de un 2017 todavía desdibujado. Por eso, mejor que ofrecer una postal al uso, hemos pensado que lo ideal sería adherirnos a la expectación por lo que nos espera a lo largo de los 12 meses que siguen a la ingesta de las tradicionales uvas.
Dentro de semejante propósito, la noticia de una nueva obra de Mike Oldfield en el mercado es lo que se dice un acontecimiento que merece ser resaltado. Aunque en su momento os destriparemos las virtudes y los defectos del próximo CD del genio británico -ahora residente en Nasáu (Las Bahamas)-, ahora simplemente os dejamos la constancia del contenido de la escueta nota de Prensa que ha llegado a los medios.
Al parecer, Return to Ommadawn se propone respetar voluntariamente las reglas creativas de su precedente sonoro. Una necesidad por mantener similares condiciones, que ha llevado a Oldfield a desarrollar sus melodías inéditas en torno a dos movimientos, alargados a algo más de veinte minutos cada uno de ellos.
Cuando Mike dio a conocer Ommadawn al mundo en 1975, el instrumentista contaba entonces con 22 años, y un trabajo de trascendencia mundial bajo el brazo, como es el inolvidable Tubular Bells. Entre los surcos del celebrado vinilo del 75 coexistían algunas de las piezas más emotivas del músico isleño, con una utilización magistral de la guitarra acústica, y unas perspectiva aérea y dramática del folk -teñido de celtismo arbóreo- que animaban a la inspiración sensitiva de principio a fin.
Esta secuela pretende desempolvar sensaciones pretéritas: todo un propósito de atractivo mayúsculo, que esperamos no se quede en mero eslogan publicitario.
Los amantes de la música ansiamos que Mike regrese por el camino del singular talento que desplegó en sus trabajos de los setenta y ochenta… Estaremos al tanto el próximo 20 de enero…
Felices fiestas!!!