Masada, Strauss Vs. O’Toole
Esta producción del canal estadounidense ABC, Universal Television y Arnon Michigan Productions fue una de las empresas televisivas más espectaculares de 1981, rodada en escenarios naturales del desierto de Judea, en Israel.
Masada entró con fuerza en los salones de miles de televidentes, durante la temporada de 1981.
Esta producción de cuatro capítulos, emitida por el canal ABC, se hizo desde el primer momento con un puesto destacado en el share de audiencia; en base a su reparto de lujo, sus envidiables localizaciones, y su historia de impactante curso y resultado. Un proyecto que fue concebido para prolongar el suculento idilio de la pequeña pantalla made in USA con los best-sellers literarios de diferente temática y género, después de los excelentes beneficios obtenidos por Raíces, Shogun y Holocausto.
En esta ocasión, la obra que sirvió de guía al libreto elaborado por Joel Oliansky (Bird) fue The Antagonists, de Ernest Gann: una novela de acción ambientada en tierras hebreas, que recogía el enfrentamiento mantenido entre el general del imperio Cornelio Flavio Silva y el líder de la facción rebelde de los sicarios, llamado Eleazar ben Yair.
El atrayente argumento, y sus innegables virtudes de cara a una escenificación audiovisual, convenció a los ejecutivos de Universal Television y Arnon Michigan Productions para inyectar millones de dólares, a una empresa destinada a obtener un éxito más que notable con su emisión. A tal efecto, los responsables del proyecto contrataron al director Boris Sagal, quien había alcanzado la celebridad tras su trabajo en el serial Hombre rico, hombre pobre; y cuya presencia allanó el terreno para contar con el actor Peter Strauss (el icónico Rudy Jordache, en la mencionada Hombre rico, hombre pobre), el cual debía encarnar al guerrero Eleazar ben Yair.
Con Sagal y Strauss subidos al carro, el casting continuó con la captación de otros rostros conocidos, como fue el caso de Barbara Carrera. La bella intérprete nicaragüense estaba en alza, después de su participación en Centennial, y en la película La isla del Dr. Moreau; y no dudó en sumarse al equipo artístico, en la piel de la esclava Sheva.
Por el lado de los romanos, la regla fue seleccionar a profesionales provenientes de Gran Bretaña, con la intención de recordar la impecable factura dramática de Yo, Claudio. A tal efecto, los encargados del reparto no cupieron en sí de gozo, cuando consiguieron la firma de Peter O’Toole (Lawrence de Arabia), para ocuparse de caracterizar al flemático militar Cornelio Flavio Silva. Un pilar de solvencia escénica de alto calibre dramático, al que acompañaron en pequeños papeles compatriotas isleños del peso de Anthony Quayle (Los cañones de Navarrone); David Warner (Providence); Clive Francis (Poldark); Chrisopher Biggins (Yo, Claudio); Kevin McNally (A Question of Love, Piratas del Caribe, Poldark); y Timothy West (Joseph Andrews), entre otros.
MASADA Y SU COMPLICADO RODAJE
El calor sofocante del desierto, las altas medidas de seguridad interpuestas por las autoridades israelíes, las constantes amenazas de facciones extremistas, y las contrariedades de imprevisible signo hicieron que la grabación de Masada se convirtiera en una epopeya de presupuesto exorbitante.
Precisamente, la idea de trabajar en muchos de los lugares en los que transcurría el argumento original de la historia otorgó un aura de veracidad a esta superproducción de vertiginoso desarrollo, en la que el componente principal lo ponía el duelo interpretativo entre Strauss y O’Toole.
Estas reconocidas estrellas mediáticas se mimetizaron con sus respectivos personajes, siempre con el cuidado de no salirse de lo establecido por Gann en The Antagonists, quien a su vez sacó los datos necesarios de los escritos de Flavio Josefo.
La miniserie narra a lo largo de sus cuatro entregas cómo el judío rebelde conocido como Eleazar ben Yair (Peter Strauss), perteneciente a la facción de los sicarios, puso en jaque al todopoderoso ejército del emperador Vespasiano, después de que el hijo de este (Tito) comandara a las tropas que ensangrentaron las calles de Jerusalén.
Las continuas escaramuzas lideradas por Eleazar ben Yair y los suyos llevan al Senado ubicado en la Ciudad Eterna a requerir la ayuda del inteligente general Cornelio Flavio Silva (Peter O’Toole), para sofocar las revueltas. Bajo semejante misión, el competente militar se instala en Judea, con la compañía de su esclava favorita (Sheva/ Barbara Carrera); y comienza a pulir a los hombres que tiene a su cargo.
Poco a poco, el poderío romano se va imponiendo; y acorrala a los sicarios en la fortaleza de Masada, situada a 400 metros de altitud sobre el Mar Muerto. Desde allí, la defensa de los hebreos se torna numantina, hasta que juntos pactan un suicidio colectivo, cuando ya no tienen escapatoria posible de las huestes del césar.
La calidad de esta miniserie atrapó a miles de espectadores en todo el mundo; mientras los reconocimientos llegaron en forma de tres nominaciones a los Globos de Oro, en 1982, y dos premios Emmy (concedidos a David Warner como Mejor Actor Secundario, y al compositor Jerry Goldsmith).
Tal fue el nivel de expectación despertado por Masada que, todavía en la actualidad, se conservan muchas de las rampas y de los sets que fueron elaborados expresamente para la grabación de esta magna obra, pensaba para dejar huella en la historia de la pequeña pantalla.
Nota: El compositor de la banda sonora de Masada fue el premiado Jerry Goldsmith.