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London Grammar diseñan una atmósfera aterciopelada e inspiradora, para presentar su segundo álbum de estudio: Truth Is A Beautiful Thing (Metal & Dust Ministry of Sound/ Sony Entertainment).
La grave y camaleónica voz de Hannah Reid envalentona las guitarras de Dan Rothman y la genialidad multiinstrumentista de Dot Major.
El trío de Nottingham ha conseguido ser incluido en el prestigioso Festival de Glastonbury (Inglaterra), donde tiene previsto actuar el 25 de junio.
“Los tres en unión hemos puesto nuestros corazones y respectivas almas en el álbum, con la intención de que quede en la memoria del público durante mucho tiempo después“. Estas palabras, pronunciadas por los miembros de London Grammar en su página web, sirven para prologar y comprender el sentido de los once cortes de los que se compone Truth Is A Beutiful Thing.
Sin mayor barroquismo que el proporciona la potente garganta de Hannah Reid, y los sonidos melancólicos y casi proféticos de Dot Major y Dan Rothman, los muchachos norteños hacen valer sus raíces paisajísticas a lo película de David Lynch; y las desbordan a través de una lírica teñida de romanticismo diamantino y atrayente.
Para ello, los británicos se han adueñado de una fórmula activa que, en algunos momentos, puede remitir a la de Florence + The Machine; y que finaliza su aventura regresiva en las variaciones psicodélicas de The Velvet Underground.
LONDON GRAMMAR SUENAN A SINTONÍA TELEVISIVA
Incisivas y sinceras, las estrofas que alimentan Truth Is A Beutiful Thing parecen como sacadas de los temas emulsivos de algunas de las series de televisión más in dentro de las parrillas planetarias. En esa línea, las imágenes transmitidas por los coros lanzados por HR se antojan como viejas tonadas conocidas, incrustadas en el ideario común de los oyentes. Unas figuradas fotografías fashion camp, que dirigen sus dardos hacia narrativas escandinavas de gélidos ambientes, o a épicos atardeceres de ambient tecnológico.
Precisamente, y siguiendo la línea emotiva con la que se unió el terceto, los componentes de London Grammar han querido poner en primer plano el carácter autobiográfico de cada uno de los tracks. Pero no se trata de experiencias literales, sino que en muchas ocasiones son el resultado de breves instantes melancólicos e ingrávidos, o de pensamientos nutridos por filosofías nómadas y casuales.
Dentro de semejante caja de confesiones sensitivas, adquieren especial fuerza canciones de indudable genialidad escénica y dramática, como Hell To Liars (una de las mejores songs del compacto), la desconcertante Rooting For You, la reivindicativa Everyone Else y la participativa Non Believer. Unos efectos que potencian voluntariamente colaboradores de la naturaleza de Paul Epworth, Greg Kurstin, Jon Hopkins y The Verve.
“¿Podrías tomar mi puesto y quedarte aquí?/ No creo que pudieras soportar todo este dolor/ Te arrodillarías y te arrugarías frente a tu propio peso/ Oh, la verdad sería entonces una bella cosa…“. Con estos versos, London Grammar dan por finalizado el viaje propuesto por su segundo trabajo.
Toda una declaración de intenciones, removidas en el caldero de las tristezas contagiosas.
Vídeo de Truth Is A Beautiful Thing, por LondonGrammarVEVO
