Keira Knightley, tras el estrangulador
La protagonista de "Piratas del Caribe" encarna a la reportera del Boston Globe que estableció la conexión entre las víctimas de Albert DeSalvo, en el film "Boston Strangler": una recreación de la investigación periodística llevada a cabo por Loretta McLaughlin y Jean Cole, que ayudó a resolver los casos del estrangulador de Boston.
Keira Knightley es una actriz con registros variados, adecuados a cada uno de los personajes que conforman su carrera delante de las cámaras.
La estrella de Expiación ha pasado por diferentes épocas y momentos históricos a lo largo de las últimas décadas, siempre a través de encarnaciones exultantes, que van de la apasionada Anna Karenina a la inteligente y elocuente Elizabeth Bennet.
Después de un tiempo de silencio mediático, Keira regresa a la actualidad cinematográfica de la mano de una película con sello inequívocamente estadounidense, titulada Boston Strangler: una obra en formato de celuloide que dirige Matt Ruskin (Crown Heights), y cuyo guion sigue la investigación del serial killer llamado Albert DeSalvo, más conocido como el estrangulador de Boston.
Pero la historia de la movie elaborada por Ruskin no centra su atención en la psique del famoso y sádico asesino, sino que focaliza su punto de interés en la figura de la periodista que siguió el rastro del citado psicópata: una aguerrida trabajadora del Boston Globe, nominada Loretta McLaughlin; quien -junto a su compañera, Jean Cole– luchó contra el machismo en el medio en que ambas publicaban sus artículos, para liderar la investigación respecto a las muertes de mujeres de diferentes edades, que asolaron la zona de Boston en los años sesenta.
Las sucesivas crónicas de McLaughlin y Cole ayudaron a los policías a establecer un hilo de conexión entre las fallecidas, a partir de la cuarta víctima (Helen Blake). Un trabajo de imprenta que pasó desapercibido en el film de 1968, titulado El estrangulador de Boston; donde el director Richard Fleischer no hizo referencia a la pareja de periodistas que dotó de sentido la posterior detención de Albert DeSalvo, ocurrida en 1967.
KEIRA KNIGHTLEY ENCARNA A UNA LEYENDA DEL PERIODISMO DE SUCESOS EN USA
Cuando apareció el obituario de Loretta McLaughlin en el Boston Globe, el 23 de noviembre de 2018, el artículo destacaba la labor de la valorada reportera, cuando consiguió esclarecer el denominador común de los asesinatos del violento estrangulador de Boston. La mencionada periodista evidenció con sus escritos que los cuerpos policiales estaban dando palos de ciego, y halló un nexo en la sucesión de muertes de las distintas mujeres (trece, en total), producidas en las calles de la urbe norteña.
La periodista y su colega –Jean Cole– estudiaron a fondo los crímenes ejecutados por Albert DeSalvo, que expandieron el terror en la ciudad maratoniana entre 1962 y 1964. Una labor que tuvo que llevarse a cabo con bastantes obstáculos, debido al machismo imperante en una sociedad absolutamente patriarcal.
La pasión profesional que mueve a McLaughlin y a Cole, al lado del suspense que generan los terroríficos actos de uno de los serial killers más bestiales de Estados Unidos, aporta fuerza activa a un argumento de por sí vertiginoso y atrayente. Un libreto repleto de giros y revelaciones determinantes, que contribuyeron a construir las carreras de las periodistas que vertebraron la siniestra historia del estrangulador de Boston.
Knightley se mete sin reservas en la figura de esta informadora contumaz y analítica, llamada Loretta McLaughlin; un personaje real, que comparte con la actriz muchos de sus pensamientos vitales, relativos a la equiparación de sexos a nivel profesional y existencial. Una lucha por la igualdad que ya en los años sesenta tenía referentes señeros y resaltables.