Jeff Lynne rescata a la ELO
El legendario fundador de la Electric Light Orchestra presenta "From Out of Nowhere" (Columbia Records): un inspirado álbum, que recupera el espíritu festivo y optimista que exhibía la banda en su mejor época.
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Jeff Lynne ya no tiene que rendir cuentas ante nadie. El casi medio siglo que el músico británico lleva al frente de la Electric Light Orchestra le ha hecho acreedor de varias páginas pletóricas en la historia del pop rock de los últimos tiempos.
Hits como Linivin’ Thing, Last Train To London o Xanadu forman parte de la cultura rítmica de generaciones enteras de seguidores; por eso Lynne no siente la asfixia conceptual de otros de sus colegas, más apremiados por contentar a los fans y a los exigentes críticos.
Semejante realidad hace que cada nueva obra del artista nacido en Birmingham (Inglaterra) sea producto únicamente del ingenio polifacético e inmenso de este amante declarado del legado de The Beatles, al que le encanta ensamblar temas de colorido auditivo apabullante, siempre motivado por el pop revitalizador que le llevó a fundar The Electric Light Orchestra, en el lejano 1970 (al lado de Roy Wood y Bev Bevan).
Bajo los citados parámetros de actividad creativa, From Out of Nowhere (Columbia Records) se distingue por ser un completo escaparate de consignas esperanzadoras, que se adhieren al cerebro colectivo de los que escuchan el CD o vinilo, como si de un libro de autoayuda se tratara. Todo ello perfumado a conciencia con el sello personal de Lynne, quien suple con su talento a los demás miembros de la legendaria ELO.
Fiel a su capacidad para engullir cualquier papel protagónico en el grupo, JL demuestra sus habilidades con el conjunto de instrumentos que pasean su cadencia a lo largo del álbum (solo recurre a Richard Tandy y a Steve Jay). Al tiempo que luce su inconfundible voz, con la que ha conquistado las listas de éxitos en más de una ocasión.
JEFF LYNNE SE DECANTA POR LA SALVACIÓN
En un mundo tan confuso y perturbado como el actual, el que fuera componente de Traveling Wilburys (formación que unió a Lynne con Bob Dylan, Roy Orbison, Tom Petty y George Harrison) toma el camino de la concordia, con letras tan adictivas como Help Yourself, All My Love, Losing You o One More Time. Un conjunto de líricas voluntariamente amables, a las que el autor de Turn to Stone les suma su necesidad de diseñar una paleta clara de emociones y mensajes.
Corte a corte, el espíritu de la ELO y de los conciertos aliñados con potentes efectos de sonido y escenografías psicodélicas (la banda setentera fue la primera en introducir platillos volantes en sus actuaciones) se cuela en el subconsciente de los que degustan este genial trabajo, titulado como una célebre canción de Faith No More (From Out of Nowhere).
La escaleta planeada por Lynne funciona a la perfección hasta el décimo track: un the end bautizado Songbird, que deja al personal con ganas de seguir la diversión festiva. Unas evocaciones que refrescan y restauran el valor de la importante discografía de la ELO, aunque muchos atacaran sus logros con el emblema supuestamente negativo de la excesiva comercialidad.
Más información en
https://www.columbiarecords.com
