George Clooney, entre familias rotas y políticos corruptos
El otrora sex symbol de la serie Urgencias se mete de lleno en los problemas de un clan consanguíneo al que golpea la muerte prematura de uno de sus miembros, en la última película de Alexander Payne: The Descendants. El director de la premiada senda etílica que supuso Entre copas y de la irónica A propósito de Schmidt adapta -con la debida libertad que otorga una producción audiovisual- el libro homónimo escrito por Kaui Hart Hemmings, que trata de un individuo confuso que debe sobreponerse al fallecimiento de su esposa. Clooney pareció encantado de trabajar por primera vez con el realizador de Election, y no dudó ni un simple instante en meterse en la piel del protagonista, un hombre atormentado por sus propios fantasmas y por la incapacidad para hacer entender a sus seres queridos que precisamente son eso: personas por las que siente algo especial.
Al lado de la estrella de El americano (Anton Corbijn, 2010), Judy Greer, el habitualmente algo histriónico Matthew Lillard, y los veteranos Beau Bridges, Robert Forster y Michael Ontkean intentarán que el público se identifique con los padecimientos de unos tipos que bien podrían verse reflejados en la famosa frase del inicio de la novela Anna Karenina, sobre que las familias se distinguen únicamente en la manera en la que sufren.
Pero George no se contenta solo con aparecer en pantalla y dejar las órdenes directivas en la mano de otro; él también quiere crear. Por eso se halla estos meses preparando lo que será su cuarta obra cinematográfica como realizador. El largometraje llevará por título el emblemático y cesarístico epígrafe The Ides Of March (Los idus de marzo); aunque el argumento no gira en torno a la figura del emperador romano Julio César, ni tiene nada que ver con la popular y conocida obra teatral de William Shakespeare. La propuesta de Clooney se sumerge -cual submarino amarillo- en la política activa de este milenio, navegando con decisión a través de los intestinos acuosos de las corruptelas por las que tiene que pasar un candidato para llegar a su meta: ser elegido. El homónimo texto publicado por Beau Willimon sirve de guía argumental al realizador de Ella es el partido (2008) para narrar una historia en la que la estrella de Ocean’s Eleven también ejerce como actor, al lado –entre otros- de Ryan Gosling, una recuperada Marisa Tomei y el versátil Paul Giamatti (vaya, de nuevo surge alguien relacionado con Entre copas).
The Ides Of March supondrá, una vez grabada, la continuación de la sorprendente senda en la realización del “ligón” nacido en Kentucky (USA), hace ahora cuarenta y nueve años. Todo comenzó en 2002 con la interesante, pese a sus evidentes irregularidades en el ritmo, Confesiones de una mente peligrosa; y se completó con la periodística y excelente Buenas noches, y buena suerte (2005) y la entretenida Ella es el partido (2008).
Ya sea delante o detrás del objetivo de una cámara, el recordado y televisivo pediatra doctor Ross siempre levanta la adecuada expectación con cada paso profesional que emprende.