El médico de Noah Gordon abre consulta en el cine más cercano
Hay algo que hiela más la sangre que el terrorífico hecho de ver muertos; y es presentir el aliento de la pelona. Rob Cole tiene esa extraña y macabra virtud, desde casi el momento de nacer. Y en ese claroscuro de luces y sombras es en el que transcurre su existencia de bisturíes y pústulas. Semejante personaje, que bien podría haber peleado en griterío con el chaval de El sexto sentido, es el protagonista de la novela más exitosa de cuantas ha producido la afamada pluma de Noah Gordon (Worcseter, Massachusettes, USA, 1926): un texto con carne de best-seller que ahora toma naturaleza de fotogramas enlazados, de la mano del realizador teutón Philipp Stölzl (Múnich, Baviera, 1967).
A caballo entre la ciudad germana de Quedlinburg, y las extensiones de Marruecos y Rumanía; el rodaje de El médico ha supuesto una auténtica epopeya, tanto para el equipo técnico como para el artístico; ambos compuestos por una figurada Torre de Babel humana, en la que coexistieron cámara a cámara, y colorete a colorete, profesionales de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Oriente Medio, África… Un ejercicio titánico que vertebró sus emociones de quirófano en torno al guion versionado por el joven centroeuropeo Jan Berger (En busca de la piedra mágica).
Tanto esfuerzo, incluso presupuestario, hizo posible preservar en cada secuencia la debida conexión con la fidelidad al popular libro de Gordon (inicio de una trilogía continuada por El chamán y La doctora Cole): book de naturaleza universalista admirado por legiones de seguidores en varios idiomas, que lo tuvieron durante cerca de un año en lo más alto de los más vendidos a partir de su publicación, fechada en 1988.
Con el apoyo financiero mencionado, Stölzl ha visto cumplido su sueño de grabar un argumento realmente épico, que recorre algunos de los escenarios más deslumbrantes en el planeta Tierra a lo largo del siglo XI. Según lo planteado, la trama comienza precisamente en el año 1020, cuando un crío de once primaveras asiste a la muerte de sus progenitores, después de descubrir que posee línea directa con la dama de la guadaña. La imposibilidad para salvar a su padre y a su madre provoca que el pequeño se esfuerce en sumo grado para estudiar la manera de ayudar a los enfermos.
Pero la situación de orfandad no facilitaba las cosas al ingenuo Rob; por lo que el boy no tendrá más remedio que contentarse con el aprendizaje que le ofrece un bondadoso barbero, quien lo toma a su cargo llevándole por los lugares más diversos. Cuando el hombre fallece, el chico se topa con un médico judío en Malmesbury (aún en su Inglaterra natal), el cual le abre los ojos a la inmensidad del conocimiento médico existente en las escuelas de Córdoba, Toledo y Persia.
Tras los cuentos del hebreo, y bajo el disfraz de judío, el protagonista se embarca en un peregrinaje en busca de ampliar su técnica como galeno y cirujano. Una odisea a través de la que el héroe alcanzará las fronteras de Constantinopla, al tiempo que conseguirá recibir de primera mano las enseñanzas del magistral Avicena, y desarrollará una amistad inolvidable con el mismo Shah de Persia.
Finalmente, tras casarse con una escocesa, el versado facultativo regresa a su hogar, donde luchará con uñas y dientes contra las supersticiones propias de la Edad Media y de sus compatriotas: seres que solían confundir el fanatismo religioso con la aceptación de los métodos de sanidad exportados del lejano Oriente (progresos que consideraban provenientes del Averno, según la interpretación eclesiástica e institucional de la época).
Un casting que mezcla nombres consagrados con otros menos conocidos da empaque a esta producción, que está llamada a generar por lo menos el interés de una cartelera necesitada de proyectos como éste. Ante esa complicada tarea de carácter comercial y mediático, el televisivo Tom Payne (Casualty) se hace cargo de la parte de Rob Cole, a quien pone rostro en su niñez el efectivo Adam Thomas Wright (La maldición de Rookford). Junto a ellos, estrellas del calado de Ben Kingsley, Stellan Skarsgard y Olivier Martinez harán de El médico un espectáculo de puertas abiertas destinado al gran público, sin importar si éste ha leído previamente la novela o no.
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