Cormoran Strike da el do de pecho
El detective privado inventado por Robert Galbraith (nombre bajo el que se oculta J. K. Rowling) afronta su cuarta investigación, en "Lethal White".
Cormoran Strike no es un tipo especialmente brillante, ni siquiera posee el genio deductivo de Miss Marple y de Hercule Poirot. Sin embargo, el antiguo militar del ejército británico tiene algo en su interior: un desastrado empaque cercano a la valía individual, que ha logrado reunir en torno a sus historias a un número bastante notable de lectores.
Desde la aparición del primero de los casos de este peculiar investigador (aventura de peligrosos trazos, que tiene el título de El canto del cuco), la sombra del personaje creado por Joanne Rowling se ha proyectado con una luz menos cegadora que la de Harry Potter (la saga literaria más popular de la narradora); pero con la suficiente energía, como para perpetuarse en el tiempo al compás de las páginas diseñadas por el invisible Robert Galbraith.
Mientras se emite en Reino Unido la correspondiente serie de televisión (montada con el material procedente de los tres encargos iniciales de C.R. Strike); J.K. aprovecha el tirón mediático para anunciar el próximo lanzamiento de la cuarta novela. Un texto cargado con múltiples e inesperados giros, que responde al nombre de Lethal White.
Muchos cambios han acontecido en la existencia del elocuente Cormoran, tras los acontecimientos sucedidos en El oficio del mal. Unas transformaciones circunstanciales que acercan al detective isleño a ilustres referentes de socarronería militante, como son los estadounidenses Philip Marlowe y Mike Hammer.
CORMORAN STRIKE Y LA POLÍTICA
El argumento de Lethal White empieza con una visita inesperada y sorprendente, al despacho de Cormoran Strike y de su socia Robin Ellacott: la de un nervioso joven llamado Billy. El chico comunica haber sido testigo de un asesinato cuando era un niño; pero, el historial de enfermedades mentales que este ha desarrollado a lo largo de su existencia hace que Cormoran no se tome muy en serio las palabras del supuesto cliente.
No obstante, el asunto irá a más en su espiral de violencia pretérita y presente después de ser comunicado; causando un pánico real entre todos los que se encuentran relacionados con la incompleta historia narrada por Billy. Unas conexiones que llevan al protagonista y a su compañera hasta los pilares del poder en Gran Bretaña.
J.K. Rowling se acerca a las asfixiantes revelaciones obtenidas por el investigador herido en Afganistán (perdió una pierna por el estallido de una mina terrestre), con una prosa directa y prolija en detalles, no exentos de una medida crítica social teñida de sutil ironía; muy similar a la técnica ejercida en las entregas precedentes de esta reciente tetralogía.
La novelista interpreta a la perfección la sobriedad autoimpuesta al ficticio escritor bautizado como Robert Galbraith, a quien dota de una cabeza literaria independizada de los intereses artísticos de la propia Rowling. Algo que ha proporcionado a Cormoran Strike una supervivencia verosímil, destinada a colmar las intenciones de su creadora: construir una serie de tramas policiacas, que le permitan divertirse con argumentos en los que el asesinato y la mentira están a la orden de los diálogos afilados.
Nota.- Lethal White saldrá a la venta en inglés, el próximo 18 de septiembre.