Colin Firth compite con 007
Colin Firth es uno de los protagonistas de “Kingsman: El servicio secreto“: largometraje dirigido por el inglés Matthew Vaughn (“Kick-Ass“), a partir del cómic “The Secret Service“.
El MI6 pierde fuelle al lado de una agencia también de nacionalidad británica, surgida de la imaginación de los artistas Mark Millar y Dave Gibbons.
Pese a que la historia de este nuevo servicio secreto no es excesivamente larga (vio la luz en 2012, en versión de papel), la mencionada organización ha conseguido superar al mismo James Bond, al que birló los honores a la hora de desenmascarar a un secuestrador de famosos llamado Dr. James Arnold.
Este argumento ha servido de inspiración al director londinense Matthew Vaughn (“X-Men: La Primera Generación“) para crear una película con altas dosis de humor y acción de espectacularidad pirotécnica. Un filme que llegará a las carteleras (si ningún maleante lo impide) durante el mes de febrero de 2015, bajo el título de “Kingsman: El servicio secreto“.
COLIN FIRTH DEBUTA EN LA FILOSOFÍA DEL CÓMIC
Un extraño edificio, ubicado en uno de los barrios residenciales de la urbe del Támesis, es la tapadera arquitectónica de una empresa dedicada a convertir a posibles delincuentes juveniles en agentes internacionales de alta gama.
Comandada por un señor con canas venerables y comportamiento inalterable, que responde al físico de Michael Caine, esta compañía sigue las directrices de un buscador de talentos conocido como Harry Hart (Colin Firth). Un hombre con una habilidad especial para localizar virtudes ocultas en los individuos más desahuciados de la sociedad.
Uno de estos chicos criado en las calles es Eggsy/ Gary Unwin (Taron Egerton): chaval que recibe la invitación de unirse a Kingsman, después de ser detenido por la policía metropolitana a causa de unos pequeños hurtos provocados por un sentimiento de rebeldía ciudadana.
Estas coordenadas argumentales conforman el soporte temático del guion firmado por Jane Goldman y el propio Vaughn, los cuales han intentado respetar el espíritu del cómic de Gibbons y Millar; aunque en la traslación se hayan quedado en el tintero muchos elementos sustanciales desarrollados por la exitosa novela gráfica.
Cambios que no solo han afectado al cuadro de protagonistas, sino que también muestran la capacidad de los creadores de “Kick-Ass” para aplicar la sátira en la adaptación de “The Secret Service“.
Precisamente, esta característica tiene un referente diáfano en la elección de Mark Hamill como el alter ego del doctor James Arnold; cuando en el libro original el actor que interpretó a Luke Skywalker era quien desencadenaba la trama, después de ser abducido por Arnold.
Samuel L. Jackson, Jack Davenport, Mark Strong y la aeróbica Sofia Boutella completan un reparto en el que reclaman poderosamente la atención los cameos de famosos, entre los que pueden localizar las caras de Elton John, Lady Gaga, David Beckham y Adele.
Gran Bretaña desembarca con “Kingsman” en el terreno de los superhéroes; y lo hace con su particular ADN e idiosincrasia.
Aderezos de tradicional cuna que arropan a los intérpretes con gadchets tan British y habituales en la indumentaria de todo gentleman como las plumas de diseño (convenientemente mortíferas), los relojes chapados en oro (aliñados con multitud de funciones), los paraguas contra lluvias inesperadas (muy útiles para desviar las balas), y los mecheros que nunca se quedan sin gas (también bastante poderosos en su faceta como granadas explosivas).
Tráiler oficial de “Kingsman: El servicio secreto“, de 20th Century Fox
Más información en http://www.kingsmanmovie.com