Cate Blanchett se reafirma
La oscarizada actriz australiana es una de las favoritas para ganar el Globo de oro a la Mejor Actriz Dramática, por su interpretación en "Tár": una agresiva y sobria película dirigida por el californiano Todd Field (En la habitación), en la que la protagonista de "Elizabeth" encarna a una intimidante directora de orquesta con una vida privada algo perturbadora.
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Cate Blanchett convenció al jurado en la pasada edición del Festival Internacional de Cine de Venecia, cuando se alzó con la prestigiosa Copa Volpi, por su caracterización descarnada de la directora de orquesta y compositora de Tár.
La artista oceánica construyó un papel hecho con los jirones solitarios de una mujer a la que le cuesta mostrar sus afectos, y que bebe en similares aguas a las de damas de aceradas y metálicas realidades -pese al entorno musical en el que se mueven-, como la experimentada por la autodestructiva Erika Kohut, el personaje que encarnó Isabelle Huppert en La pianista (Michael Haneke, 2001).
Blanchett aprovecha su enorme arsenal de gestos milimétricos y profundos, para exponer la epidermis agrietada de la primera mujer en dirigir la prestigiosa orquesta filarmónica de Berlín. según indica el guion de Tár. Una talentosa amante del perfeccionismo sinfónico, a la que persigue un ansia desmedida por promocionar laboralmente a jóvenes a las que toma como amates, aunque eso conlleve un dolor interior descorazonador e insondable.
La intérprete australiana concibe la figura de alguien que no encaja en la austeridad sentimental que le exige su rol profesional, hundido en un universo en el que únicamente destacan los hombres, y a la que no se le permite ni un mínimo error, que soslaye la máscara de inquebrantable genialidad que se le presupone de cara al exterior.
Recientemente, CB comparó su papel de Lydia Tár con el de Carol Ard: la elegante lady que encarnó en Carol (Todd Haynes, 2015), diseñada a partir del personaje que aparecía en la novela El precio de la sal, de Patricia Highsmith. En ambos casos, las protagonistas son seres incomprendidos por distintos motivos, aunque coincidentes en las impresiones erróneas que conllevan sus elecciones sexuales, alejadas de lo que la mayoría social puede considerar como “normal”.
En el caso de Carol, las transgresiones venían por parte de la persecución del lesbianismo en la Inglaterra de los años cincuenta, mientras que en Tár esas opresiones están mediadas por la asfixia emocional que atenaza a alguien a quien no se le permite exhibir su vulnerabilidad sentimental, y que ella maneja amparada en el poder que le da su estatus artístico.
CATE BLANCHETT EXTERIORIZA LAS ENTRAÑAS DE UN PERSONAJE HERIDO Y ABOCADO AL ABISMO EXISTENCIAL
Desde que Todd Field presentó Tár en el Festival de Venecia, los curiosos se han apostado a buscar referentes reales con respecto a la misteriosa y tiránica Lydia Tár. Sin embargo, aunque al final se trate de un mosaico humano con muchas teselas particulares, no existe una correlación directa entre el rol y alguien de carne y hueso. La directora de orquesta del film es un ente surgido de la imaginación de Field, en el que se concitan miles de infiernos de privacidades expoliadas por confesiones imprevistas frente a la cámara.
El laberinto que conjuga el guion de Tár (libreto confeccionado por Todd Field) es un edificio de paredes fáusticas, en el que intenta sobrevivir una mujer asediada por sus propios fantasmas, y a la que parece mover el espíritu disimulado entre visillos de Gustav von Aschenbach, concitado a través de su infructuosa persecución del etéreo Tadzio (en Tár, ls sustituta del joven que presidía los sueños de Von Aschebach porta el nombre de Olga).
Tres son los Globos de oro a los que opta Tár (Mejor Película en la categoría de Drama, Mejor Actriz Principal y Mejor Guion Original), una oportunidad para valorar esta obra teñida de ambientes siniestros, barrocos y en constante claroscuro.
A través de una escenificación voluntariamente austera, Todd Field se acerca a los padecimientos de Lydia Tár sin intención de esconder sus secretos mejor guardados. Y el resultado de esta operación es el retrato de una profesional de la música que asiste al derrumbe de su propia realidad, incapaz de prevenir los acontecimientos que se avecinan. Un hundimiento que se precipita ante la aparición de Olga Metkina (Sophie Kauer): la joven y bella cellista de la que se enamora platónicamente, y a la que promociona en la orquesta en la que trabaja Lydia.
Nota: Tár tiene previsto su estreno en España para el próximo 27 de enero de 2023.
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