Ansel Elgort esconde “El jilguero”
El intérprete neoyorquino de "Baby Driver" encabeza el elenco de "El jilguero": adaptación de la homónima novela de Donna Tartt, llevada a cabo por el irlandés John Crowley.
Ansel Elgort ha escalado puestos en la industria del cine de manera vertiginosa. Desde sus caracterizaciones en Divergente y Bajo la misma estrella, el neoyorquino ha pasado a ser tentado por directores de todo el mundo, con proyectos destinados a engrandecer la fama y la cuenta corriente del actor. Semejante realidad le ha llevado, por ejemplo, a ser el nuevo Tony de West Side Story, dentro de la versión del célebre musical filmada por Steven Spielberg,
Ansel parece tener a los hados y a la ruleta de la fortuna de su parte, y a esto responde también su participación en El jilguero: uno de los filmes más esperados de la temporada, por parte de los seguidores de las novelas de la estadounidense Donna Tartt.
El irlandés John Crowley (Brooklyn) es el cineasta encargado de trasladar a imágenes en movimiento la historia ideada en 2013, por la autora de nacida en Greenwood (USA): obra con la que ganó el Premio Pulitzer de Ficción, en 2014. Y lo ha hecho subido a lomos del guion diseñado por el normalmente efectivo Peter Staughan (El topo), en el que ha procurado mantener muy vivos los intensos matices humanos que Tartt desplegó, a lo largo de cada una de las páginas de su célebre best-seller.
Escenarios tan diferentes y significativos como Las Vegas, Ámsterdam y el Metropolitan Museum de Nueva York se dan la mano en una trama que cabalga con soltura entre el pasado y el presente, y que tiene en un cuadro del siglo XVII el misterioso nexo argumental.
ANSEL ELGORT SE ATREVE CON LAS PERSONALIDADES AMARGADAS
La acción de El jilguero comienza en una habitación de un hotel en Ámsterdam. Allí, el joven Theodore Decker combate con sus demonios interiores, y una existencia que está dispuesto a exorcizar. Este motivo hace que la trama retroceda unos diez años antes, para instalar el decorado en el Nueva York de la promisión y las celebraciones artísticas.
Dentro de ese ecosistema, el pequeño Theo acude junto a su madre al Museo Metropolitano, para contemplar sus innumerables tesoros. Sin embargo, la explosión de un artefacto terrorista acaba con la vida de su progenitora; avocando al protagonista a un futuro incierto y carente de la presencia de una de las personas que más quería en el mundo. No obstante, en medio del caos causado por la mortífera bomba, el niño oculta un vistoso cuadro holandés del siglo XVII, nominado El jilguero. Este hecho determina el devenir de las alegrías, triunfos y fracasos del confuso Theodore Decker, durante un par de lustros.
Ansel Elgort intenta recoger todas las contradicciones que experimenta ThD en el libro y en el guion original, y las comparte con el público, con la intención de exhibir su capacidad como actor para modificar los estados de ánimo a través de la gestualidad y el tono de dicción. El intérprete neoyorquino se mostró especialmente emocionado al leer la adaptación de Peter Staughan, y al saber que iba a trabajar al lado de un cineasta tan pendiente de los detalles, como John Crowley (director que ya se hizo cargo de la traslación cinematográfica de Brooklyn, según el homónimo texto de Colm Tóibín).
Aunque, entre los puntos a favor, seguro que el protagonista de Jonathan incluyó igualmente la oportunidad de liderar una película en la que cuenta con compañeros de reparto del calibre de Nicole Kidman (Big Little Lies), Sarah Paulson (Glass) y Luke Wilson (Una rubia muy legal), entre otros.
Nota.- El jilguero tiene previsto su estreno en España para el próximo 11 de octubre de 2019.
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