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Annabelle, la muñeca diabólica más famosa del siglo XXI, protagoniza la telúrica regresión a sus orígenes; en la cinta titulada Annabelle: Creation.
David F. Sandberg dirige esta cuarta visita al universo de Expediente Warren, con la misión de dotar de una atmósfera marcadamente terrorífica al juguete que ha causado miles de gritos en las salas del planeta, tras el estreno en 2014 de su primera aventura.
El televisivo Anthony LaPaglia (conocido por su papel del detective Jack Malone, en la serie Sin rastro) y Miranda Otto (la etérea Eowyn, de El señor de los anillos) encabezan el reparto de esta introspección en la existencia de Annabelle, que se retrotrae a cuando la doll era simplemente un molde, sin ojos saltones ni carmín en los labios.
Chucky, el payaso de Poltergeist, el chamarilero goyesco y burlón de El secreto de Joey… Muchos han sido los muñecos que han provocado el sobresalto cinematográfico de los incautos espectadores, a lo largo de las décadas.
¿Quién no ha sentido un repelús nocturno y traicionero, ante la posibilidad de que el queco de turno se levantara con un cuchillo en la mano, dispuesto a cercenar gargantas? Una pesadilla recurrente que nunca pierde vigor, y que se encuentra albergada en el ADN infantil; compartiendo espacio secreto con las casas encantadas, los cementerios espectrales y los pasillos interminables de los hospitales solitarios.
Precisamente, semejante predisposición a dejarse asustar con las muñecas poseídas por demonios es en lo que se basó David F. Sandberg para imaginar la parte inaugural del spin-off de Annabelle, en 2014. Sin embargo, y pese al tirón comercial de la cinta, la acumulación de tópicos terroríficos (incluidas referencias extrañas y poco lúcidas a El exorcista) hizo que la atmósfera de horror se perdiera en un conglomerado de efectismo vacío, y algo descafeinado.
Los años transcurridos han hecho que el fogueado guionista de la nueva versión de It se repensara la pegada de Annabelle; con la sana misión de elaborar un producto capaz de provocar el pavor por sí misma, sin recurrir a otros personajes incluidos en la franquicia iniciada en 2013, con Expediente Warren (como es el caso de la monja poseída, que pronto estrenará su propio largo en las salas de proyección).
Tal propósito ha llevado a los responsables de Creation a viajar al pasado, y arrancar el argumento de la precuela en 1946, cuando el fabricante de muñecas Samuel Mullins dota de corporeidad endurecida a la temida doll de mirada inquietante y coletas respondonas.
ANNABELLE DESENCADENA UN SINFÍN DE MUERTES
Tres momentos distintos marcan la acción de la movie.
En su primer tramo, la historia se sitúa en la década de los cuarenta, cuando el artesano juguetero Samuel Mullins (Anthony LaPaglia) construye a Annabelle. La muñeca pretendía ser una transfiguración más o menos fiel de la hija del fabricante, llamada Bee (Samara Lee); pero la inspiración no le ayudó a encontrar el reflejo exacto entre el objeto de plástico y su pequeña.
Sin embargo, lo que no pudo ocular en A fue su naturaleza infernal; la cual acaba imponiéndose, con la muerte por atropello de la homónima niña de Mullins.
Doce años más tarde, en 1958, Samuel acoge en su casa a una monja y a seis niñas procedentes de un orfanato. Una de ellas, aquejada de parálisis, da con la diabólica Annabelle; y los asesinatos y sucesos paranormales comienzan a producirse de nuevo.
Finalmente, los Higgins adoptan a la impedida Janice; y, una docena de primaveras después, el matrimonio es asesinado por la citada joven y su novio, en 1970. Pareja que se halla sometida supuestamente por el espíritu de Annabelle.
David F. Sandberg cambia los entornos urbanísticos de la primera entrega, para crear un paisaje más terrorífico en esta inquietante precuela. Una obra que sucede, en su mayor parte, en una granja apartada de las comunidades populosas. Esto le da un punto a favor al cineasta, a la hora de preparar la atmósfera convenientemente, desangelada, y enfatizada por la banda sonora de Benjamin Wallfisch. Un ambiente muy similar al que consiguió el genial Richard Attenborough con Magic (película que iba también de un muñeco absorbente, el cual se parecía bastante a Annabelle).
Allí, asentados en la agreste finca, el responsable de Nunca apagues la luz y su nutrido equipo sacan el debido partido a un argumento que revela aspectos poco conocidos sobre la existencia de la doll satánica; y que causa perjuicios eternos a los atemorizados miembros del reparto, encabezado por Anthony LaPaglia (quien accedió a participar en el proyecto ante la insistencia de su hija de 14 años), Miranda Otto y la pequeña Samara Lee (El último cazador de brujas).
Nota.- Annabelle: Creation llegará a los cines españoles el próximo 12 de octubre.
Tráiler oficial de Annabelle: Creation
