0
0
Warren Beatty se mete en la piel del multimillonario texano en la película Rules Don’t Apply, que dirige él mismo.
El guion retrata la figura de Howard Hughes, a través de la historia de amor imposible entre dos de sus empleados.
Este trabajo supone el regreso a las pantallas del creador de Rojos, después más de un lustro de ausencia.
Hace unas décadas, cuando todavía los pelos lacados y las hombreras hacían furor entre la población más in, Casanova parecía haber reencarnado en la espigada figura del actor más ligón de La Meca del Cine.
Bajo semejante estrella, el hermano de Shirley MacLaine y sobrino del político canadiense Albert Alexander MacLeod atesoró una lista de conquistas con la que podría haber empapelado el Empire State Building más de una vez. Lo suyo llegó a convertirse en una enfermedad de las de desfogue mediático, hasta que se cruzó en su camino Annette Bening (hecho sucedido en 1992), y las aventuras de asalta camas del pillín de Warren acabaron por quedar en el pasado donjuanesco (por lo menos, eso es lo que corean las publicaciones especializadas en el cuore y las fuentes supuestamente oficiales).
Pero el casamiento no solo le trajo a Beatty una ausencia de flirteos traviesos; ya que, asociado a la citada abstinencia erótico-festiva, vino también un extraño vacío profesional, que le ha mantenido sin títulos en la cartelera desde el lejano 1998 (cuando el estadounidense dirigió y protagonizó la ficción política Bulworth).
Dieciocho aniversarios después, el flamante héroe de Dick Tracy vuelve a ponerse delante y detrás de las cámaras, para participar de lleno en una historia cargada con las esencias neuróticas de la Babilonia angelina de los cincuenta.
Un filme con resonancias a Elia Kazan, en el que el cineasta de Virginia narra las asfixiantes relaciones que debían soportar los empleados de Howard Hughes, y que lleva el significativo título de Rules Don’t Apply.
WARREN BEATTY DEJA VOLAR LA IMAGINACIÓN
Cuenta WB que, a principios de los setenta, tuvo el honor de coincidir con Hughes en un hotel. El encuentro fue breve y cortante, pero el actor de Bonnie and Clyde guardó en su memoria la sensación de haberse cruzado con una persona diferente al resto, un ser tapizado con el misterio de las leyendas fascinantes.
Y tal enfoque es el que ha intentado incluir en el libreto de Rules Don’t Apply, texto en el que igualmente ha colaborado el oscarizado Bo Goldman (Alguien voló sobre el nido del cuco).
El relato de la movie ideada por Beatty y Goldman tiene lugar en el año 1958, cuando HH acreditaba cincuenta y tres primaveras. En ese momento, una chica procedente de Virginia sube al autobús con destino a Hollywood, dispuesta a comenzar su ansiada carrera como actriz. La muchacha se llama Marla Mabrey (Lily Collins), y su maleta está repleta de sueños, que cree ver realizados al ser contratada por la productora de Mr. Hughes.
Durante ese mismo lapso temporal, un chico nominado Frank Forbes (Alden Ehrenreich) entra a colaborar con el mismo jefe de Marla, aunque dentro de su equipo financiero.
Poco a poco, los jóvenes descubren los pros y los contras de ser empleados del multimillonario obsesionado con los aviones y la limpieza. Pero las cosas no se ponen especialmente imposibles para ambos, hasta que éstos se enamoran, ya que con ello incumplen una de las normas escritas a fuego por el maniático millonetis texano.
Rodada en escenarios de Los Ángeles y en los alrededores de California, Rules Don’t Apply reúne un reparto verdaderamente atractivo. A los veinteañeros de Collins y Ehrenreich (quien actualmente está en boca de todos como el posible Han Solo del anunciado spin off de Star Wars), Beatty ha sumado la participación, entre otros, de Haley Bennett, Taissa Farmiga, Alec Baldwin, Annette Bening, Ed Harris, Martin Sheen, Matthew Broderick, Dabney Coleman y Candice Bergen.
El próximo 23 de noviembre, las salas de USA recibirán la visita de Warren y de su selecta compañía de movie stars, quienes pondrán en juego su visión de una época cada vez más difuminada por las sombras de los crepúsculos silenciosos.
Un tiempo donde el glamur aún generaba delirios de pasión y anhelos de grandeza.
Vídeo oficial de Rules Don’t Apply, por 20th Century Fox
