Orlando Bloom, detective futurista
El aventurero Will Turner de "Piratas del Caribe" encabeza el elenco interpretativo de "Carnival Row": serie de televisión con reminiscencias clásicas y fantásticas, que sigue la investigación sobre un peligroso psicópata.
Orlando Bloom es un profesional de los medios; al que no le importa realizar su labor interpretativa en la televisión, en el teatro, o en el cine.
La formación todoterreno del intérprete nacido en Canterbury (Inglaterra) -efectuada en la solvente escuela británica de arte dramático- ha ayudado a la estrella de filmes como El señor de los anillos y la saga de Piratas del Caribe a saltar de formato con suma facilidad, sin que por ello se resientan sus aptitudes para acaparar la atención de las audiencias más dispares y heterogéneas.
Bloom lee los guiones con el ansia afilada por detectar los papeles que le pueden ayudar a distinguirse como actor, más allá de los vertiginosos postureos de la fama warholiana; o de las etiquetas propias de los ídolos de instituto.
Y, al parecer, el libreto de Carnival Row ha satisfecho los intereses profesionales de la actual pareja de la cantante Katy Perry. La culpa la tiene el personaje del arriesgado e ingenuo Rycroft Philostrate: una especie de héroe de naturaleza kafkiana; al que la implicación en el caso que investiga le convierte en un peligroso sospechoso, como supuesto autor de una serie de brutales crímenes.
Al lado del célebre Légolas de la trilogía de El señor de los anillos, la modelo y actriz londinense Cara Delevingne (Ciudades de papel) hará que las vicisitudes de tan peculiar protagonista se perciban como pesadillas con destino a la sorpresa constante, solo enfocadas por las penumbras de una urbe esculpida en los contornos fantasmales de un infierno de inspiración victoriana.
ORLANDO BLOOM Y LOS PARAÍSOS DEFORMADOS
Cuando René Echevarria (Los 4400) y Travis Beacham (Pacific Rim) diseñaron el borrador argumental de Carnival Row, la pareja de creadores no percibía claramente que el proyecto fuera a despegar algún día. Antes de presentar el trabajo a Legendary Television y a Amazon Studios, los escritores tenían todavía en mente la tibia y nula respuesta recibida a la adaptación cinematográfica por parte de Guillermo del Toro, que el propio Beacham había estado a punto de lograr.
Pero el mundo de la TV y de las retransmisiones en streaming presenta a veces posibilidades más abiertas que el de los grandes estudios de Hollywood, sobre todo de cara a la futura comercialización de un producto semejante.
La ampliación del número de pantallas en las que proyectar el visionado de los ocho episodios de los que consta la obra, sumada a la atractiva mezcolanza de géneros que propone Carnival Row, impulsó tan singular creación desde la perspectiva de la pequeña pantalla. Una senda de ambiciosas connotaciones, que consiguió el espaldarazo definitivo tras las contratación de Orlando Bloom y de Cara Delevingne.
Los inmensos decorados diseñados en Praga (La República Checa) han acogido durante intensos meses de rodaje al nutrido equipo de técnicos e intérpretes, dirigidos con eficacia y veteranía por Jon Amiel (La trampa).
El cineasta británico se subió a la titánica noria audiovisual diseñada por Carnival Row, en sustitución de Paul McGuigan (Victor Frankenstein), quien decidió abandonar la nave antes de iniciar la grabación de las escenas.
Ambientada en un tiempo impreciso, y dentro de un universo inventado, la acción se desarrolla en una urbe conocida por el nombre de The Burque: un lugar al que regresan una míticas bestias, después de la conclusión de una terrible guerra. En ese escenario, un escurridizo y sanguinario psicópata está causando el terror entre la población. Un depredador, al que intenta echar el guante el ambiguo Rycroft Philostrate.
El cuidado look, entre filme victoriano y narración de ciencia ficción distópica, hace de Carnival Row un serial distinguible e hipnótico; en el que se pueden encontrar inspiraciones puntuales de obras tan dispares como Harry Potter y Penny Dreadful.
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