Night Shyamalan consiguió con El protegido retorcer el significado de ser un superhéroe.
Lejos de las hazañas deslumbrantes y atronadoras que dominan las carteleras en la actualidad, la visión del cineasta de El bosque, sobre los victoriosos personajes de viñetas y bocadillos, se quedó en un tenebroso universo de connotaciones dolorosas; plagado de paisajes oscuros, lluvias pertinaces, y continuas dudas de carácter existencial.
Según Shyamalan, los poderes superiores al resto de los hombres y mujeres pueden dar como resultado acciones buenas y protectoras (como las desplegadas por el taciturno y entristecido David Dunn); aunque, la conciencia de poseer algo de lo que los demás carecen puede también pervertir a los individuos, y transformarlos en seres dotados para generar el daño colectivo (tal es el caso del enfermo y vulnerable Elijah Price/ Mr. Glass, y del psicopático Kevin Wendell/ The Beast).
El protegido narró el primer enfrentamiento entre el superhéroe encapuchado David Dunn (el guarda de seguridad al que encarnó Bruce Willis) y Mr. Glass (Samuel L. Jackson); un filme de sombras voluntarias, al que siguió Múltiple, donde Night Shyamalan presentó oficialmente al monstruoso e impredecible Kevin Wendell (James McAvoy).
Tras estas dos inquietantes películas, el creador de la serie Wayward Pines ha logrado al fin juntar a Dunn, Glass y Wendell, para diseñar un auténtico choque de trenes en formato cinematográfico; el cual ha sido nominado simplemente como Glass.
Bruce Willis, Samuel L. Jackson y James McAvoy vuelven a meterse en la complicada piel de Dunn, Price y Wendell, respectivamente. Una aventura a tres bandas a la que se une la presencia de la psiquiatra Ellie Staple (Sarah Paulson), quien intenta poner freno a la escalada de violencia propiciada por los citados pacientes, además de ayudar a frenar el impulso homicida de La bestia.
NIGHT SHYAMALAN REGRESA A FILADELFIA
La acción de Glass arranca con un primer plano y la voz en off de la doctora Ellie Staple, quien se dirige al público, en calidad de la facultativa que está tratando a David Dunn, Kevin Wendell y Elijah Price. Estos internos han acabado en un psiquiátrico penal por distintas razones, todas ellas relacionadas con sus extrañas habilidades para desenvolverse en el mundo real.
No obstante, en la hospitalización hay oculto un propósito claro por parte de Dunn. El antiguo superviviente de un accidente mortal de tren guarda la misión secreta de mantener controlado el instinto criminal de Kevin Wendell.
El tiempo transcurrido desde que Wendell fuera derrotado por la joven Casey Cooke (Anya Taylor-Joy) no ha apagado la llama sanguinaria de este peligroso recluso, y Dunn es el único capaz de percibir el mal que anida en las entrañas del joven y de sus veinticuatro personalidades.
Por su parte, el llamado Sr. Cristal se mantiene en un continuo estado de ausencia; del que despierta cuando La Bestia escapa, dispuesto a asesinar a la chica que dio con sus huesos en la citada institución mental.
Semejante argumento hace pensar que, en esta ocasión, Dunn recibirá cierta ayuda de Elijah Price; sin embargo, el rol que desarrolla Samuel L. Jackson mantiene una fuerte relación con el lado oscuro, y con el consiguiente antagonismo hacia los superhéroes de cualquier clase y condición.
Estos conflictos toman como decorado la ciudad de Filadelfia, que es el lugar escogido por Shyamalan para encuadrar la historia de Glass; en un intento por mantener la debida fidelidad a las atmósferas tenebrosas, que protagonizaron las dos entregas precedentes de la trilogía.
Un paisaje urbano en el que cobra especial relevancia el Allentown State Hospital: la institución que recrea los peores sueños de los protagonistas, y que recuerda vagamente al siniestro manicomio de La noche de Halloween.
Nota.- Glass llegará a las salas el próximo 18 de enero de 2019.
Más información en
Tráiler oficial de Glass, por Universal Pictures