Nicolas Winding Refn oscurece L.A.
El cineasta danés idea un barroco thriller en formato de serie de televisión, titulado "Too Old To Die Young".
Nicolas Winding Refn comenzó a soñar con ser director de cine y televisión después de ver La matanza de Texas: una película que, según él, inspiró su imaginación para querer contar historias, apoyado por la imagen y el sonido.
Bajo semejantes premisas, no resulta particularmente extraño comprender cómo ha alimentado su currículo tras las cámaras (en calidad de director y guionista) este creador nacido en Copenhague. Un artista de los espacios barrocos y curvilíneos, en los que los personajes persiguen sueños imposibles, o pesadillas demasiado reales.
Esta fórmula, de estética normalmente potente y argumentos laberínticos, ha sido utilizada por el compatriota de Lars von Trier para elaborar obras tan singulares como Bronson, Drive, Sólo Dios perdona o The Neon Demon. Precisamente, este último filme comparte escenario con el último trabajo de Winding Refn: una aparatosa y poliédrica serie de televisión, titulada Too Old To Die Young (cuyo estreno en Amazon Video tendrá lugar el próximo 14 de junio).
Al lado del estadounidense Ed Brubaker (Incógnito), el responsable de la trilogía de Pusher ha desarrollado una trama de misterio y giros insospechados, que mantiene en vilo a los espectadores a lo largo de los diez episodios de los que consta el serial.
Un peculiar mosaico de comportamientos estirados hasta el límite de lo concebible, en el que la violencia y la pirotecnia efectista conjuntan un cosmos desquiciado, cercano a los abismos existenciales que padecen los protagonistas.
NICOLAS WINDING REFN APORTA FRESCURA Y EMOCIÓN
La presentación en el pasado Festival de Cannes de dos de los capítulos de Too Old To Die Young dividió a los críticos en grupos enfrentados, lo que indica la capacidad que posee la serie para no dejar indiferente a nadie (ya sea para admirar sus contribuciones y naturaleza, o para odiarlas).
Algunos de los asistentes apuntaron que el tono era demasiado tétrico, y que el envoltorio estético superaba con creces al contenido; sin embargo, ninguno puso reparos a la ambición ultramoderna que Winding Refn y Brubaker han querido imprimir a cada una de las secuencias que componen este esperado producto audiovisual de Amazon Video.
Los Ángeles que recrean las mentes sincronizadas de NWR y EB no dista mucho en esencia de la ciudad que pateaba Rick Deckard, en Blade Runner; o de los lugares psicodélicos por los que merodeaba Larry Sportello, en Puro vicio. Elementos que determinan el diseño de un decorado de degradación progresiva, y moralidad acomodaticia; el cual mediatiza en tonos pastel y luces cibernéticas las acciones y la evolución de los deformados personajes.
Para sentarse a degustar Too Old To Die Young es necesario desprenderse de la lógica marmórea, y dejarse llevar por las escarpadas sendas a través de las que transcurre la fragmentada historia.
Pocas cosas son lo que parecen en el guion de Refn y Brubaker; ya que las dualidades marcan la fisonomía de la mayoría de los tipos que pueblan las páginas del libreto.
La acción comienza con el agrio inspector Martin Jones (Miles Miller): un servidor de la ley, que la vulnera en cuanto ofrece su talento para actuar como sicario de la mafia. El mundo de este extraño individuo con placa de quita y pon, lleno de contradicciones irreconciliables, se tambalea más de lo habitual desde el momento en que conoce a Viggo (John Hawkes): un justiciero, que vive una tormentosa relación con sus visiones del Apocalipsis.
A partir de este esquema, el serial dirige su curso hacia un universo de surrealismo agresivo, en el que toman la escena soldados de la Yakuza, asesinos de cárteles mexicanos, mafiosos transportados desde el Este, y bandas de criminales que aún no tienen la edad suficiente para beber alcohol.
En definitiva, un paraíso de demenciales trascendencias; en el que el lema de “demasiado viejo para morir joven” está escrito con sangre.
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Tráiler oficial de Too Old To Die Young, subido a youtube por One Media