Michael Dudikoff, American ninja
Este actor californiano tuvo cierta popularidad en los ochenta y principios de los noventa, con la saga de "El guerrero americano" y la serie "Cobra". Una fama basada en sus habilidades para las artes marciales, aunque en la actualidad tenga que continuar su carrera con papeles menos enérgicos.
Michael Dudikoff es uno de esos intérpretes cuya trayectoria profesional ha estado asociada al género de acción casi de manera exclusiva; y eso que el californiano no cumplía con los estándares típicos del hombre duro y peleón por excelencia.
Sus facciones más dulcificadas que las de compañeros pegones del estilo de Sylvester Stallone o Steven Segal parecían jugar en contra de Michael Joseph Stephen Dudikoff, en un terreno cinematográfico que demandaba gestos acerados y facciones de granito. Sin embargo, la habilidad de MD para ejercitar el jiu-jitsu brasileño le otorgó la posibilidad de alcanzar la notoriedad que no le daba una inexistente y exagerada musculatura de gimnasio; en películas con indudable tirón comercial, de la naturaleza de El guerrero americano (Sam Firstenberg, 1985) o La fuerza de la venganza (Sam Firstenberg, 1986).
Tales obras, con presupuestos limitados y escenas realizadas más con imaginación y pirotecnia que con deslumbrantes efectos visuales, tuvieron el honor de ser de las más alquiladas en los antiguos videoclubs de barrio; y crearon en torno a Dudikoff un aura de culto entre los aficionados a las producciones de la legendaria Cannon Films.
No obstante, el periplo de Michael en la industria audiovisual comenzó años antes de su explosión estelar con El guerrero americano; en concreto, los primeros pasos de MD en la interpretación se remontan a 1978. El entonces aspirante a actor estuvo un tiempo transitando por papeles pequeños en seriales como Dallas, merced a su físico de chico rubio y con cara juvenil. Una actividad que compatibilizó con sus estudios universitarios en Psicología, especializándose en el área infantil.
Sin embargo, la verdadera vocación de MD era la de ponerse delante de las cámaras, y a ella se entregó a fondo y con tesón.
MICHAEL DUDIKOFF SIGUE EN ACTIVO
1981 fue un año especial en la carrera del intérprete nacido en Redondo Beach. En ese momento, Michael conoció a Menahem Golan, quien le contrató para un papel pequeño y de escasa relevancia, en La justicia del ninja. En ese instante, todavía no estaba pensada la elaboración de El guerrero ninja, financiada por Golan y su socio Yoram Globus; pero ese primer y breve contacto con Golan fue esencial, para que el californiano se hiciera posteriormente con el importante papel del soldado Joe Armstrong.
Varias apariciones en exitosas cintas, del tipo de Tron (Steven Lisburger, 1982) y Más allá del valor (Ted Kotcheff, 1983), mantuvieron a MD en el punto de mira de los directores y productores; hasta que en 1985 este se impuso a otros muchos aspirantes, para encabezar el elenco de El guerrero americano.
La película no partía en su origen con mayores pretensiones que las de ser una más entre las numerosas movies de artes marciales con protagonistas occidentales, que copaban las carteleras en esa época. Pero pronto se destacó de las demás, debido sobre todo al carisma y a las peculiaridades que Dudikoff imprimió a su actuación del rebelde y atlético recluta Joe Armstrong.
El éxito de El guerreo americano hizo que Michael repitiera el mismo rol en El guerrero americano II (Sam Firstenberg, 1987) y El guerrero americano 4 (Cedric Sundstrom, 1990); a la vez que probó suerte con otros trabajos de similar naturaleza artística.
Tal fue la fama de la saga de El guerrero americano, que Michael Dudikoff se convirtió en el principal aval de Cobra: una movida serie de televisión grabada entre 1993 y 1994, pensada para que el californiano luciera su faceta más simpática y seductora, en las amplias costuras del agente Robert “Scandal” Jackson. Pese a estar creada por Stephen J. Cannell (El equipo A) , Steven Long Mitchell y Craig W. van Sickle, esta producción para la pequeña pantalla no pasó de la primera temporada y de los veintidós episodios; pero sirvió para que MD desplegara registros más amplios, que los exhibidos en su exitosa caracterización del soldado Joe Armstrong.
Las décadas transcurridas desde esos años de gloria no han conseguido romper la relación de Michael con el mundo de la interpretación, en el que se ha mantenido con papeles más o menos significativos. Precisamente, su último trabajo lo ha llevado a cabo en la película de terror titulada Landfill (Yesser Laham, 2019), donde comparte set de rodaje con Linda Blair (la inolvidable niña de El exorcista).