Margot Robbie y la melena de Barbie
La actriz de "Yo, Tonya" trabaja junto a Greta Gerwig (Mujercitas) y Noah Baumbach (Frances Ha), para encarnar a la célebre muñeca creada por Mattel Inc., en 1959. Una producción que ha pasado por diferentes etapas y fracasos a la hora de iniciar el añorado rodaje, el cual está aún en el aire.
Margot Robbie es una intérprete acostumbrada a las caracterizaciones enérgicas: esas de las que dejan extenuados a los espectadores, y que requieren un esfuerzo de adrenalina dramática más que notable, por parte de las profesionales que las llevan a cabo.
Por lo menos, así lo ha demostrado a lo largo de su filmografía, con personajes tan impactantes y acelerados como el de la psicótica Harley Quinn (Escuadrón suicida y Aves de presa), el de la agresiva patinadora Tonya Harding (Yo, Tonya) o el de la ambiciosa Kayla Pospisil (El escándalo). Una galería de mujeres sorprendentes y aguerridas cuando se trata de perseguir sus respectivas metas, y que se alejan mucho de la imagen habitual que se tiene de la muñeca Barbie.
Más allá de las asociaciones con respecto al juguete ideado por Ruth Handler en 1959, el calificativo de barbie girl (solo hay que recodar la homónima canción de Aqua) ha quedado enlazado a la referencia de una fémina joven, maquillada al milímetro, cursi, y algo escasa de neuronas; la cual centra el triunfo social en el cuidado excesivo de su físico. Unas características que parecen resbalar, dentro de la fortaleza artística que ha construido con determinación Margot Robbie, película a película y rol a rol.
Sin embargo, la directora Greta Gerwig (Mujercitas) y su pareja Noah Baumbach (coguionista del proyecto) parecen confiar sin medida en las posibilidades de que la estrella australiana se convierta finalmente en la enamorada del atlético Ken. Y de esta manera encabece con solvencia el elenco de una live action movie titulada simplemente Barbie.
Por ahora, la empresa se encuentra todavía en el frigorífico de las producciones con visos de alcanzar la financiación adecuada. Algo que no se logró cuando el papel de la rubia de plástico iba a estar escenificado por Amy Schumer y Anne Hathaway. Por cierto, Ken y la pequeña Chelsea carecen aún de candidatos de cara al futuro largometraje.
MARGOT ROBBIE Y EL RETO DE CAMBIAR LA IMAGEN DE BARBIE
Hasta el momento, las sucesivas películas de Barbie han coincidido en ofrecer la imagen de la muñeca como una princesa de cuento de hadas, a la que le quedan bien los vestidos de vuelo, y cuya belleza y elegancia son suficientes avales para soslayar cualquier peligro que se le presenta. Estas aventuras han contribuido a que Mattel vendiera millones de muñecas en todo el mundo con semejante reclamo, lo que ha contribuido a afianzar a esta doll hermanada con la alemana Bild Lilli, como la preferida entre las niñas de la segunda mitad del siglo XX y lo que llevamos del XXI.
Pese al historial mediático de la churri de Ken, Greta Gerwig parece decidida a cambiar los conceptos que se han manejado con respecto a Barbie desde su implantación en el mercado audiovisual, y promete una versión diferente y desmitificadora. No obstante, las coordenadas impuestas por la mercadotecnia podrían limitar algo esta vena ligeramente destroyer, anunciada por la responsable de Lady Bird.
Aunque el argumento es un secreto compartido únicamente por Gerwig, Baumbach y Robbie; sí ha trascendido que el film tiene previsto mezclar acción real y animada, en una apuesta clara por generar la adecuada espectacularidad, que una empresa cinematográfica destinada a captar públicos de diferentes generaciones debe desencadenar.
A tenor de las filtraciones, la historia -según las notas preliminares- viene a ser una especie de Encantada: La historia de Giselle (Kevin Lima, 2007), donde Amy Adams daba vida a una princesa de dibujos, que se corporeizaba en el Nueva York del tercer milenio. Hito mágico, que Robbie llevaría a cabo desde el colorista reino de Barbieland.