Jack O’Connell se prepara para matar a Heydrich
Jack O’Connell y Jack Reynor se meten en la piel de Jozef Gabcik y Jan Kubis, los héroes que acabaron con la vida del Carnicero de Praga. El filme lleva por título HHhH, y es una adaptación de la homónima novela de Laurent Binet.
El 27 de mayo de 1942, dos paracaidistas checoslovacos asesinaron al hombre que comandó la llamada Solución Final: ese plan genocida por el que el Tercer Reich gaseó a millones de judíos en los campos de exterminio.
Praga fue el escenario donde se desarrolló la Operación Antropoide, un plan de estrategia militar que libró al mundo de Reinhard Tristan Eugen Heydrich, alias La bestia rubia: apodo sustentado por la falta de sensibilidad del germano con las poblaciones que caían en manos del ejército nazi. Un tipo que a sus treinta y ocho años gozaba de los parabienes del lugarteniente de Hitler y máxima autoridad en la temida Gestapo: Heinrich Himmler.
Los pasos seguidos para la consecución de la hazaña de Gabcik y Kubis es lo que narra el novelista francés Laurent Binet en su libro HHhH (publicado en España por Seix Barral), texto que sirve de base al director Cédric Jimenez (Conexión Marsella) para confeccionar su nueva película.
JACK O’CONNELL VUELVE A PROBARSE EL UNIFORME
Después de su experiencia con Angelina Jolie en Invencible, el joven protagonista de 71 regresa al tiempo de la Segunda Guerra Mundial, esta vez vestido como un soldado de nacionalidad checoslovaca, que viaja a su país natal para acabar con la vida de uno de los mayores monstruos de la historia.
O’Connell y Jack Reynor (Macbeth) son los encargados de poner físico a Jozef Gabcik y a Jan Kubis, la pareja de héroes que consiguieron derribar al todopoderoso Gauleiter de Praga. Por su parte, el australiano Jason Clarke es quien porta el uniforme de las SS, caracterizado como el frío e insensible Heydrich.
HHhH (siglas corresponden a la frase “Himmlers Hirn heist Heydrich”, que en español sería “El cerebro de Himmler se llama Heydrich”) desarrolla su discurso audiovisual en la Inglaterra liderada por Churchill (donde los protagonistas son entrenados) y en la Europa del Este asolada por las tropas de Hitler.
A lo largo de esos paisajes, la película muestra cada una de las etapas que confluyeron en ese 27 de mayo de 1942, y que acabaron con el valedor del cyclon B en un hospital, aquejado de la septicemia mortal causada por los efectos de una granada lanzada contra su coche. Acontecimientos que extienden su curso narrativo también para reflejar el trágico final de Gabcik y Kubis, masacrados por las fuerzas de la esvástica en la Iglesia de San Cirilo y Metodio, el 18 de junio de 1942.
La memoria cinéfila señala al largometraje Siete hombres al amanecer (Lewis Gilbert, 1975) como destacada referencia fílmica a la hora de contar el tema de la Operación Antropoide (bautizada como Operación Daybreak por la novela de Alan Burgess, en la que se basa el guion de la citada movie); pero Jimenez promete un acercamiento diferente al de la producción británica de los años setenta.
Cuando los viajeros se acercan a la ciudad de Praga, los nombres de Gabcik y Kubis aún suenan en las calles con los ecos de la lucha por la libertad. Con su coraje, estos jóvenes uniformados contribuyeron a allanar un poco el camino hacia la derrota del régimen nazi. Dos individuos que apenas llegaron a apagar treinta velas en la tarta de su aniversario, y a los que HHhH homenajea con los resortes de los fotogramas cargados de realidad.
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