Elphias Doge apenas tiene cinco frases en la 煤ltima y esperada entrega de las aventuras de Harry Potter, pero la simple presencia de un actor como David Ryall (Inglaterra, 1935) d谩ndole vida bien merece un apunte period铆stico; aunque solamente sea entre los posts聽de un blog -como el presente- con esp铆ritu ecl茅ctico y medianamente libertario. Este septuagenario int茅rprete es de esos que Gran Breta帽a hornea con la sabidur铆a de los que sostienen los muebles de las estrellas; a trav茅s de un trabajo en p谩ramos profesionales聽aparentemente sombr铆os, que 煤nicamente son apreciables por los que profundizan entre los fotogramas, pese al deslumbramiento de los apolos y las dafnes que acaparan los flashes de las c谩maras.
En medio de una fiesta en plan bodorrio, Ryall hace su aparici贸n en聽la mencionada obra聽de David Yates -con mirada extraviada incluida- para sentarse a departir con el mago Harry Potter. El joven Daniel Radcliffe le pregunta sobre el pasado de su antiguo y fallecido maestro Dumbledore; y el anciano 鈥揳famado entre los hechiceros por ser el bi贸grafo oficial聽del profesor de la varita- siembra la mente del聽chaval de la cicatriz en la frente聽de incertidumbres, que envuelven en misterio creciente la b煤squeda del chico聽para acabar con la amenaza聽que supone聽Lord Voldemort.
Apenas un par de minutos en un blockbuster como Las reliquias de la muerte son聽 bastante material para que este alumno aventajado de la escuela del Old Vic y la RADA salga de la trama del largometraje, con el sigilo con el que hab铆a entrado y聽sin siquiera levantar sus posaderas de la silla en la que permanece constantemente聽recostado. Esta especie de cameo dram谩tico聽supone uno de los m谩s recientes documentos audiovisuales de un actor de los de raza, de esos a los que el viento de los vaivenes聽art铆sticos golpea con m谩s salvajismo que el que suele acompa帽ar de vez en cuando聽a los iconos que firman aut贸grafos hasta a los aparcacoches de聽los hoteles.
Ryall tuvo la suerte o la desgracia de nacer en una generaci贸n de int茅rpretes de las islas que lideraban Richard Burton y Peter O鈥橳oole, entre otros. Los focos nunca se hicieron excesivamente amigos del rostro poco agraciado de este hombre con ligero estrabismo; aunque su talento para hacer suyos los papeles m谩s heterog茅neos le vali贸 para sobrevivir al amparo de instituciones tan solventes y perfeccionistas como el National Theatre y la Royal Shakespeare Company. Los textos del autor de Romeo y聽Julieta, junto con algunos cl谩sicos m谩s contempor谩neos, otorgaron a Mr. David聽 fama y cierta notoriedad entre sus compa帽eros, siempre聽m谩s por la senda de sus habilidades esc茅nicas que por la popularidad de su聽porte y su nombre. No obstante,聽las cualidades del alter ego de Elphias Doge聽para聽transmitir聽su genio innato聽le valieron el benepl谩cito de personajes de la talla de Sir Alec Guinness, que聽se rindieron ante el poder铆o c贸mico y dram谩tico de este聽capricornio de聽rechoncha figura y calva llamativa.
El teatro es la esencia de la carrera de Ryall; aunque gran parte de su curr铆culum est谩 m谩s relacionado con sus intervenciones en la televisi贸n, siempre en la piel de tipos de calado dudoso y humor cocinado en los fogones de la negrura cr铆tica. Seriales como Polic铆a de barrio, Los siete de Blake, Casualty, Midsomer Murders, Prime Suspect, Minder, El inspector Morse, Jack el destripador o Reilly 聽han contado en algunos de sus episodios con la notable聽prestancia de este antiguo becario de la RADA.
Pero no s贸lo de trabajos en la peque帽a pantalla y en los escenarios de su pa铆s se ha nutrido la carrera de Ryall: el cine tambi茅n le ha tendido su mano en forma de papeles secundarios, cortos pero con enjundia, normalmente mediados por la brevedad y la rapidez con la que se declaman un par de frases mal contadas. As铆, este feliz pap谩 de tres v谩stagos ha mostrado sus peculiares rasgos como depravado cliente de unas prostituas en El hombre elefante (David Lynch, 1980), orondo Winston Churchill en Dos hombres fueron a la guerra (John Henderson, 2002), despistado y sorprendido reverendo en Wilt (Michael Tuchner, 1989) o arist贸crata sin escr煤pulos morales en Restauraci贸n (Michael Hoffman, 1995).
En la actualidad, David Ryall se encuentra, a sus setenta y cinco primaveras,聽filmando el drama Hysteria, a las 贸rdenes de Tanya Wexler; y, nuevamente, dando el pie a los聽reclamos principales de la cinta: la estadounidense Maggie Gyllenhaal, y los brit谩nicos Hugh Dancy y Rupert Everett.
Probablemente, los que lean estas l铆neas identificar谩n a este currito de las palabras, sombreadas en cada s铆laba con una correcta dicci贸n, cuando acudan a ver, en formato de celuloide,聽el nuevo聽t铆tulo estrenado de la saga聽de Harry Potter. Si es as铆, desde aqu铆 habremos hecho un poco de justicia a Ryall; y, por a帽adidura,聽a todos los colegas suyos que se ven condenados al exilio聽de la ligera exposici贸n medi谩tica. Desde aqu铆, animamos a David a que siga en la brecha.