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“El Padre Brown” agiliza el rodaje de su tercera temporada, después de los excelentes resultados de audiencia obtenidos tras la emisión de las dos partes precedentes, en BBC One Daytime.
Recurrir a los clásicos de la literatura popular puede ser un buen método cuando faltan ideas especialmente novedosas.
No obstante, si algo hay que agradecer a la BBC es que nunca olvida del todo los remanentes pretéritos de las páginas manuscritas.
Aunque, pese a la citada querencia por su cultura patria, incluso los ejecutivos de la cadena británica se quedaron asombrados al comprobar los buenos resultados obtenidos con la nueva adaptación televisiva de El Padre Brown.
El proyecto arrancó en 2012, con diez episodios destinados a testar si la audiencia recordaba las aventuras del párroco católico de St. Mary’s (iglesia ubicada en Costwold, Kembleford).
Y los beneficios en share no se hicieron esperar. El serial alcanzó una cuota de pantalla realmente impactante, lo que propició una segunda tanda de capítulos emitidos en 2014.
Entregas que pronto tendrán una tercera season, la cual se rueda a buen ritmo campestre en el condado de Gloucester (Inglaterra).
El plan es grabar quince guiones de cuarenta y cinco minutos cada uno, para contentar a un público fiel que ha vuelto a descubrir la gracia de unos relatos que acaparan poco más de una centuria.
EL PADRE BROWN DEL SIGLO XXI
Gilbert Keith Chesterton (Kensington, Londres, 1874- Beaconsfield, Buckinghamshire, 1936) ideó al padre Brown en 1910, cuando convirtió al sacerdote en el protagonista de una novela corta titulada El misterio del collar azul.
Con este personaje, el creador inglés pudo exponer -en clave de cierta comicidad y resortes cotidianos- sus reflexiones respecto a la religión católica, que él mismo profesaba; a la vez de permitirle jugar con el género policíaco: estilo iniciado en el XIX por Poe, y en el cual Arthur Conan Doyle era el auténtico maestro en la nación de GKCh (merced al sagaz y brillante detective Sherlock Holmes).
Pero Chesterton quería probar otra cosa distinta a la efectuada por sus eminentes colegas. Frente a la inteligencia afilada del héroe del 221B de Baker Street, el literato y político londinense apostó por unos métodos más intuitivos, inflados con la socarronería de un pequeño individuo uniformado con sotana y alzacuellos, conocido como Padre Brown.
El éxito de la fórmula fue inmediato, y la aventura inicial se vio acompañada por otras cincuenta historias; en las que el religioso resolvía crímenes, robos y estafas con la destreza de los mejores investigadores de Scotland Yard.
Los más de cien años que distan de esa primera publicación y la actual serie televisiva no han conseguido mermar el gusto contagioso de los súbditos de Isabel II, vertido hacia las vicisitudes del simpático párroco.
Una predilección emotiva que incluso se ha visto reforzada con el paso del tiempo.
Laureles merecidos en los que tiene mucho que ver el protagonista de la producción actual, el camaleónico Mark Williams.
Él y su sonrosado rostro de mirada franca han conseguido que los espectadores no echen de menos las excelentes dotes caricaturescas de Sir Alec Guinness (quien encarnó el papel en El detective, en 1954), el temple natural de Kenneth Moore o la energía incombustible del estadounidense Barnard Hughes (actor que se enfundó la sotana del cura construido por Chesterton en 1979, en el telefilme El santuario del miedo).
De pronta incorporación a la parrilla de BBC One, los seguidores de este señor con aspiraciones policíacas -y defensor sempiterno de los inocentes- bautizado Father Brown podrán continuar resolviendo misterios junto al hidalgo vestido de negro.
Viaje que efectuarán acompañados por un coro de tipos tan relevantes como el formado por Mrs. Bridgette McCarthy (Sorcha Cusack), el inspector Valentino (Hugo Speer), Sid Carter (Alex Price), el inspector Sullivan (Tom Chambers) y la peculiar Susie Jasinski (Kasia Koleczek).
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Más información en http://www.bbc.co.uk
