Denzel Washington, a por Macbeth
El oscarizado actor de "El protector" y "Grita libertad" se convierte en el controvertido y ambicioso Macbeth, en la adaptación del texto de William Shakespeare que dirige Joel Coen.
Denzel Washington ha tenido una relación profesional con William Shakespeare mucho más extensa de lo que indica su filmografía.
El actor neoyorquino ha participado desde sus inicios en el arte dramático en numerosos montajes teatrales, basados en las obras del bardo de Stratford-upon-Avon. Sin embargo, en la pantalla grande, la premiada estrella de Training Day únicamente puede contar su colaboración en el film Mucho ruido y pocas nueces (Kenneth Branagh, 1993), como reflejo directo de su interés por declamar las palabras del creador isabelino.
Washington ansiaba llenar semejante vació en su CV, y de esa manera demostrar su admiración hacia un autor que ha dejado su influencia directa en gran parte de la dramaturgia posterior a él y, por añadidura,en muchos de los mejores guiones de Hollywood. Por eso, cuando Denzel recibió la llamada de Joel Coen (¡Ave, César!), para meterse en la coraza del ambicioso y autodestructivo Macbeth, el neoyorquino no dudó ni un instante en darle una respuesta afirmativa.
The Tragedy of Macbeth (título escogido por Coen para esta singular versión de la obra) muestra la pasión del hermano de Ethan por el universo del autor de Hamlet, con quien ha convivido sutilmente en muchos de los libretos que creó al lado de su pareja profesional (el citado Ethan); y que ha marcado el estilo barroco y acumulativo a nivel dramático del que han hecho gala los Coen en algunos de sus mejores títulos.
No obstante, y a pesar de los intereses confesos de JC y Washington, el proyecto comenzó a crecer por un comentario de Frances McDormand (Fargo), esposa de Joel y actriz fetiche de los Coen. La protagonista de Tres anuncios en la afueras metió en la cabeza de su marido la posibilidad de retomar la obra de Macbeth, con un aire diferente al habitual, y con conexiones más claras respecto a las motivaciones asesinas de los personajes principales.
Al principio, Joel Coen rechazó el plan, ya que no se considera muy bueno en la dirección fílmica; pero al final reconsideró la propuesta, y compuso un guion que -según ha declarado recientemente él mismo- es fiel en un 85% al texto original de William Shakespeare.
DENZEL WASHINGTON SE DEJA ACONSEJAR POR LAS TRES BRUJAS
La perspectiva tomada por Joel Coen llama primero la atención por la elección del elenco interpretativo.
Denzel Washington cumplirá en el mes de diciembre 66 años, y Frances McDormand acaba de soplar 63 velas el pasado mes de junio. Tales edades chocan frontalmente con la mayoría de los actores y actrices que han encarnado a Macbeth y a Lady Macbeth a lo largo de las décadas. En concreto, los últimos en vivir las virulentas acciones del rey escocés en la pantalla grande (Michael Fassbender y Marion Cotillard) acreditaban 38 y 40 aniversarios, respectivamente.
En un reciente encuentro online de McDormand con los aficionados, la intérprete explicó que la opción de envejecer a la pareja criminal da la oportunidad de explorar mejor las relaciones entre ambos, marcadas por la imposibilidad de haber engendrado un heredero, y sin muchas posibilidades futuras para salir del ostracismo en el que se sienten bajo el yugo del rey Duncan.
Desnutridos anímicamente, y devorados por la necesidad de detentar el poder, Macbeth y su maquiavélica cónyuge se transforman en dos seres agrietados por los sinsabores existenciales, dentro del guion diseñado por Coen. Un libreto que también añade novedades respecto a las icónicas tres brujas.
En la película de Joel Coen, el trío de hechiceras está representado por una sola actriz, llamada Kathryn Hunter. Esta fogueada profesional de los escenarios británicos convierte a las magas en tres pájaros, según las palabras del propio cineasta.
El regicidio más famoso de la historia del teatro regresará a los cines muy pronto abonado a la técnica del thriller, siempre y cuando se resuelva el inquietante asunto de la expansión de la pandemia por coronavirus. Una vez que se pueda llevar a cabo la grabación del largometraje, Macbeth volverá a la actualidad con un espíritu diferente; aunque con similares palabras a las que imprimió William Shakespeare en su creación inmortal.
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