De Esparta a Metropolis
Por fin se sabe quién va a sustituir a Bryan Singer como director de la última entrega de Superman. Después de un casting al más puro estilo de Lo que el viento se llevó, el premio gordo –o flaco, según las expectativas creadas en torno a un proyecto al que persigue una especie de mala suerte- se lo ha llevado el director Zack Snyder. El efectista responsable de 300 y The Watchmen ha dejado en la cuneta, para hacerse con el puesto, a auténticos popes en el arte de la grabación cámara en mano, como Tony Scott y el propio Singer.
Snyder se ha distinguido en la presente década por ser uno de los más señeros renovadores de la estética cinematográfica asociada al cómic. Sus obras son verdaderos prodigios desde el punto de vista del montaje, aunque muchos le achaquen una relación inversamente proporcional entre el desfase visual y el componente dramático o argumental. Pero, guste o no, lo que se puede concretar es que el cineasta estadounidense no es de los que dejan indiferente a casi nadie; cualidad que seguro estará presente en su esperada película a punto de estrenar: la femenina y fantástica Sucker Punch. Con este largometraje, Zack se atreve a demostrar que lo de ser superhéroe no es sólo cosa de hombres, y que la testosterona entendida como dureza, no como glándula sexual, puede hallarse también en las féminas.
Con la apuesta de elegir al responsable de 300, los productores Chris Nolan y Emma Thomas buscan dar un nuevo aire a Superman, un cómic de éxito sin precedentes que se estrelló en taquilla con su todavía reciente renovación en la pantalla grande perpetrada por Singer, desde la popular e insuperada saga protagonizada por el tristemente fallecido Christopher Reeve. Lo que aún no ha trascendido es si Brandon Routh será el encargado nuevamente –como en Superman Returns– de poner rostro al tipo al que debilitan los trozos de kriptonita. Más noticias, en próximos posts.