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Frío como un témpano de hielo; irónico como un chiste de Tip y Coll, ligón como un playboy a pleno rendimiento… Así es James Bond, el espía más famoso de la historia del cine -y también de la literatura del género- con pasaporte made in Great Britain.
Cuando parece que ya se han solventado los problemas con respecto a la filmación de la vigésimo tercera entrega del serial en formato de celuloide –Judi Dench rompió el secretismo, y afirmó que se empezaría a grabar el 9 de noviembre de 2011-, el agente del MI6, que salió de la pluma de Ian Fleming, es el protagonista de un curso de naturaleza universitaria en la 32 edición de la Mostra de Cine de Valencia, que se celebra del 7 al 14 de abril.
Bond ante el espejo es el título escogido por el coordinador Alfredo Taján para unas jornadas con espíritu de seminario en las que los alumnos matriculados podrán liberar algunos de los temidos créditos de sus respectivas carreras, siempre y cuando estén estudiando en la Universitat de València. Con aspecto más de estudio psicológico que de un acercamiento de hondura verdaderamente cinematográfica, la propuesta se centra en los análisis más variopintos del individuo que inmortalizaron en la pantalla los rostros de Sean Connery, George Lazenby, Roger Moore, Timothy Dalton, Pierce Brosnan y, ahora, Daniel Craig (sin olvidar la satírica recreación de David Niven en Casino Royal).
Por el módico precio de 24 euros –y tras formalizar la matrícula correspondiente en la Fundación Municipal del Cine– los asistentes tendrán la ocasión de adentrarse en el fascinante universo de 007, desde el próximo lunes 11 de abril al jueves 14 del mismo mes. Entre los conferenciantes, destaca la presencia de Fernando Savater –que disertará sobre el tema con la exposición El hombre tranquilo-, la del poeta Luis Alberto de Cuenca –el miércoles 13 se dedicará a explicar la importancia de la figura de Ian Fleming- y la marcada por la interesante perspectiva tomada por Inocencio Arias, con la charla nominada La diplomacia española y James Bond.
Ha llovido mucho desde que un 5 de octubre de 1962, el señor de los trajes a medida y los inventos más espectaculares se asomara por primera vez a las salas de proyección; algo que hizo con El agente 007 contra el doctor No, de la mano de Terence Young. En esa época sesentera, el asalariado por el servicio secreto de inteligencia británico se erigió como el rey de la taquilla, a base de sus peripecias plagadas de chicas de buen de ver y malvados de calado casi esperpéntico. Tras más de cuatro décadas divirtiendo al personal, Bond estuvo a punto de desaparecer con el derrumbe económico de su productora, la Metro Goldwyn-Mayer. No obstante, la fortuna se alió nuevamente con el aventurero surgido de la mente de Fleming; y el legendario conquistador gozará de una película más, interpretada como en las dos últimas cintas anteriores por el inglés Daniel Craig.
Las noticias sobre el resto el reparto del capítulo 23 van de rumor en rumor; y se identifican con estrellas de relumbrón del tipo de Ralph Fiennes, Javier Bardem o Anthony Hopkins. Sin duda, finalmente el elenco será de los de tener en cuenta; aunque las audiencias acudirán a la cita simplemente por el reclamo de escuchar en 2012 las palabras mágicas de “Mi nombre es Bond, James Bond”. Y lo harán, si no hay deserciones de por medio, a través del objetivo de la cámara del responsable de American Beauty: el nacido en Berkshire Sam Mendes.
