Al Pacino y el altavoz de Hitler
El mítico intérprete de "El padrino" encarna al abogado que defendió a la norteamericana responsable de los programas radiofónicos del Tercer Reich, en el filme "Axis Sally".
Al Pacino parece determinado a colaborar, en los últimos años, en producciones relacionadas con las hordas de la esvástica.
Mientras aún colean las sensaciones causadas por su papel de cazador de nazis (Meyer Offerman) en la serie Hunters, el actor neoyorquino de ochenta años acaba de finalizar el rodaje de Axis Sally: una película de tintes históricos, que recuerda la existencia de la locutora estadounidense que trabajó durante la Segunda Guerra Mundial al servicio de la propaganda promovida por Joseph Goebbels. Una mujer a la que le encargaron numerosas misiones en las ondas, destinadas a minar la moral de los soldados aliados en el frente y en los ataques a los ejércitos comandados por Adolf Hitler.
El californiano Michael Polish (Northfolk) es el responsable de esta adaptación inspirada en el libro Axis Sally Confidential, de William E. Owen; contenida en el guion elaborado por Darryl Hicks y Vance Owen, sobre las acciones de Mildred Gillards (verdadero nombre de la propagandista apodada Axis Sally), llevadas a cabo en un estudio radiofónico teutón.
Meadow Williams (After: Aquí empieza todo) es la actriz seleccionada para convertirse en la maquiavélica protagonista. Un esforzado trabajo de convicción, con el que la intérprete nacida en Miami intenta transmitir coherencia a esta ciudadana de USA, quien no dudó en ser la voz en las ondas de los infernales perpetradores del genocidio de millones de personas.
El argumento del largometraje centra parte de su foco en el polémico juicio llevado a cabo contra Mildred Gillards, cuando fue detenida y acusada de alta traición.
En ese pleito, el abogado James Laughlin (Al Pacino) tuvo que esforzarse mucho para que su clienta fuera considerada no culpable de los importantes cargos que se le imputaban.
AL PACINO BUSCA RESPUESTAS A LAS ACTIVIDADES DE LA ODIADA AXIS SALLY
Cuando Gillards llegó a Berlín (Alemania), lo hizo en calidad de profesora de inglés. Pronto, entró en contacto con el organismo de radiodifusión del Tercer Reich (Reichs-Rundfunk-Gessellschaft), que la contrató para emitir mensajes en el idioma de William Shakespeare, sobre la incapacidad de los soldados aliados para menoscabar el poderío de los ejércitos de Hitler.
La guerra psicológica desatada por esta señora, siempre sujeta a las órdenes directas de Goebbels, contribuyó por ejemplo a que los combatientes estadounidenses sintieran el miedo en las entrañas, durante el determinante desembarco de Normandía.
Bajo semejantes consignas orales, y avalada por su diabólica elocuencia discursiva, Axis Sally se mantuvo activa en las ondas hasta el 6 de mayo de 1945, momento en que Alemania ya estaba dispuesta a capitular en la Segunda Guerra Mundial (cosa que aconteció dos días después).
Tras el final de la contienda bélica, Mildred Gillards fue detenida en 1946 por la contrainteligencia de USA, e internada en el campamento King, de Oberusel.
Diez altos cargos de traición se sumaron a la acusación que sentó en el banquillo a MG, aunque solo fue condenada por uno de ellos, en 1949.
Los testimonios a favor y en contra de los argumentos sobre la culpabilidad o la inocencia de alguien que solo tenía como arma un micrófono, la puesta sobre la mesa de la responsabilidad de los medios de comunicación a la hora de sustentar con falsedades el poderío del Tercer Reich, y el protagonismo de la propaganda para generar estados de opinión y de ánimo entre las tropas son elementos sustanciales, que urden la trama de Axis Sally; y que dan una clara idea sobre los complejos mecanismos de convicción manejados por la maquinaria nazi.
Nota: Entre los actores que completan el elenco interpretativo de Axis Sally se encuentran Thomas Kretschmann (quien luce la vestimenta y el aspecto mortuorio de Joseph Goebbels) y Mitch Pileggi (el jefe de Mulder y Scully se mete en la piel del fiscal John Kelly).