0
0
Adam Rayner, actor inglés conocido por su participación en series como Tyrant, acaba de finalizar el rodaje de un telefilme en el que interpreta al mítico Simon Templar. Una producción estadounidense de ciento veintiséis minutos, en la que colaboran los conocidos Roger Moore e Ian Ogilvy (quienes popularizaron el personaje creado por Leslie Charteris).
En la década de los sesenta, un ladrón de guante blanco con pinta de galán copaba los mejores datos de la aún incipiente audiencia televisiva. Gran Bretaña se rendía ante las aventuras de este seductor con pistola, y el resto del mundo no fue una excepción.
De 1962 a 1969, Roger Moore estaba en la cresta de la ola con su caracterización como Simon Templar. Y los libros escritos por Leslie Charteris se vendían como rosquillas, llegando a completar una saga que alcanzó el centenar de títulos.
Una época de bonanza a seiscientas veinticinco líneas que acabó cuando Moore abandonó el barco, para dar vida al agente secreto James Bond: hecho que provocó el finiquito de la serie. Ni siquiera su publicitada resurrección en los setenta, con el entonces atractivo Ian Ogilvy al frente, consiguió repetir semejantes datos que los de la producción sesentera.
Treinta y seis temporadas después del cierre definitivo de El regreso del Santo, Simon West recupera al icónico Robin Hood moderno, y lo hace con una renovada imagen de naturaleza más estadounidense que británica. Aunque para encarnar a ST haya elegido a un actor nacido en Inglaterra.
ADAM RAYNER CONDUCE EL ALPINE BLANCO
Rodada en diferentes escenarios de Europa y Estados Unidos, The Saint narra la enrevesada trama de un secuestro en las altas esferas, ante el que Templar se ve envuelto casi sin buscarlo. La ayuda del elegante ladrón es reclamada por un conocido tras desaparecer la hija de un importante amigo en común, un asunto que la policía no puede resolver por sí sola.
Aficionado a la coches caros de último modelo, a las mujeres despampanantes y a los hoteles de lujo; ST (siglas que el irónico rol también rellena con el pseudónimo de Sebastián Tumbas) pasea nuevamente por las pantallas del planeta con la lección aprendida del descalabro taquillero experimentado por la homónima película dirigida en 1997 por Phillip Noyce, y cuya historia traicionaba el espíritu del original impreso.
Mucho más mediatizado por el trabajo de Moore que por las novelas de Charteris (cuyos argumentos se desarrollaban en el periodo de entreguerras y en la época de la Segunda Guerra Mundial), West acepta el reto con el guion elaborado por el ingenioso Jesse Alexander (Hannibal). Un libreto que despliega buenas dosis del humor del que hacía gala el veterano alter ego de 007, y que revitalizó Ogilvy con notables resultados.
Quizá, para asegurarse de que los fans entiendan el esfuerzo del equipo para captar un poco del esquema de antaño, el responsable de Los mercenarios 2 ha contado con Moore y Ogilvy entre los miembros del reparto; aunque les ha reservado a ambos partes bastante diferentes con respecto al héroe principal. Mientras Sir Roger da vida al simpático y sarcástico Jasper, Ian hace lo propio con un tipo que ni siquiera goza de nombre específico.
Un casting de reencuentros en el que también participan otros rostros famosos, como el de Enrique Murciano y el del alemán Thomas Kretschmann.
Al calor de este tercer milenio, la aureola de santidad vuelve a ser colocada sobre la cabeza del ladrón de Charteris; todo para tintar la pequeña pantalla con los colores de un pasado repleto de glamur.
Más información en
