Tom Hanks da vida a Geppetto
El protagonista de "El código Da Vinci" se convierte en el padre de Pinocho, en la nueva adaptación del clásico de Carlo Collodi, que dirige el premiado Robert Zemeckis (Forrest Gump).
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Tom Hanks es un intérprete notablemente prolífico en el panorama artístico estadounidense. Al tiempo que prepara su actuación en la película “española” de Wes Anderson, la conocida estrella de Apolo 13 ha desplegado su humanidad ante la cámara, para meterse en el ajetreado cuerpo del anciano Geppetto, en la nueva versión de Pinocho.
A poco más de dos años del estreno de la cinta de Matteo Garrone, el clásico cuento de Carlo Collodi regresará a las pantallas en 2022, de la mano de Walt Disney Studios; en lo que es la traslación híbrida entre acción real y animación del largometraje producido por el gigante audiovisual en 1940. Un título más que la factoría del ratón Mickey añade a su ambicioso plan de renovar sus obras míticas, y que cuenta ya con las agridulces experiencias de El libro de la selva, La bella y la bestia, Cenicienta, Aladdin y El rey león (Maléfica no entra en este grupo, debido a que la versión protagonizada por Angelina Jolie tenía poco que ver con su precedente de dibujos animados, La bella durmiente).
Después de una búsqueda exhaustiva (Sam Mendes y Paul King se bajaron de la aventura cinematográfica a poco de iniciar el rodaje), el todoterreno Robert Zemeckis (Regreso al futuro) ha sido el escogido para dirigir el renovado Pinocho, cuyo guion está diseñado por Simon Farnaby (Paddington 2) y Chris Weitz (Un niño grande).
Resultará interesante contemplar cómo Hanks se pone la peluca y el mostacho blancos de Geppetto, mientras procura ser un diestro carpintero, para que Pinocho le quede lo más parecido a un niño de verdad. Un intenso trabajo de maquillaje, que igualmente han debido padecer Luke Evans (quien encarna al orondo cochero), Cynthia Erivo (su papel es el de la bella y dulce hada azul, personaje animado cuyo modelo en 1940 fue Lana Turner), y el pequeño Benjamin Evan Ainsworth (a él le ha tocado la parte del travieso Pinocho).
TOM HANKS CANTA Y BAILA
Zemeckis toma como guía artística la película animada de 1940: un auténtico icono del cine de animación, que ha perdurado a través de generaciones enteras, prendido en el subconsciente cinéfilo de espectadores de cualquier edad y condición. La ambientación entre divertida y tétrica orquestada hace ochenta y un años por Norman Ferguson, T. Hee y Wilfred Jackson causó sensaciones de espectacularidad mágica en su época, y contribuyó a situar la película entre las preferidas de los amantes de las cuidadas producciones de Walt Disney.
Según las intenciones de los responsables de este Pinocchio de 2022, Tom Hanks ha debido perfeccionar sus movimientos rítmicos y coreográficos, para no desentonar en la secuencia en que celebra la independencia vital de la marioneta de madera que moldea con pasión esperanzadora Geppetto, y a la que bautiza como Pinocho. Unos números que forman parte de la banda sonora pergeñada por Alan Silvestri: soundtrack que mezcla canciones antiguas y modernas, compuestas por Glen Ballard y el propio Silvestri.
Tal salto al vacío necesitaba activar la sólida y añeja complicidad entre Hanks y Zemeckis, una relación profesional que comenzó con Forrest Gump (1991), y continuó con Náufrago (2000) y The Polar Express (2004). De esta forma, y encerrados en los platós levantados en los Cardington Film Studios de Inglaterra, los dos amigos dieron rienda suelta a su creatividad compartida, para no apartarse mucho del modelo animado de 1940.
No obstante, y conociendo el método interpretativo habitual de Hanks, probablemente el actor de Bienvenido Mr. Banks habrá echado mas de una ojeada a los trabajos precedentes de Martin Landau y el italiano Roberto Benigni, quienes caracterizaron a sus respectivos Geppetto con convicción y notables resultados escénicos.
