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“I don’t want a lover, I just need a friend”. Con esta declaración de intenciones, que no sería muy del gusto de los miles de obsesos sexuales que creen haber descubierto el kamasutra en versión postmoderna con Cincuenta sombras de Grey, un grupo de muchachos escoceses se comió el mundo de la música. El hecho sucedió al compás crepuscular de la década de los ochenta, y elevó a Sharleen Spiteri, Johnny Francis McElhone y Alistair Manson “Ally” McErlaine a lo más alto de las listas de éxitos a nivel internacional. Un lugar que no abandonaron durante gran parte de los noventa, y del que únicamente se bajaron ante las aspiraciones individualistas de algunos miembros de la banda con ganas de brillar en solitario (Spiteri editó dos álbumes sin sus compañeros, aunque el resultado fue bastante bajo en expectativas).
Ocho años después de su última grabación (el modesto Red Book), el equipo que tomó prestada su denominación de origen de una célebre película de Wim Wenders (París, Texas/ 1984) regresa a la actualidad de los pentagramas y las trovas poperas con un trabajo sincero y emotivo, cargado con buenas dosis de la rabia de antaño. Una obra titulada The Conversation.
La superación como norma
Los doce cortes (uno más, si el CD se adquiere vía iTunes) que diseñan este esperado compacto toman sus vitaminas de un tiempo pasado; época de vino y rosas en la que el que el timbre herido de Sharleen ejercía en calidad de musa de la retórica guerrera, a través de estribillos tan recordados como los de Summer Son, Say What You Want y Black Eyed Boy.
Fortalecidos en ese discurso de punto y seguido con sus trabajos más laureados, Texas consiguen en este CD agradar a su público de siempre con las guitarras encendidas de McElhone y McErlaine, a las que acompañan las percusiones enriquecedoras y las letras deudoras de una poética urbana y proactiva, cual himnos uniformados en el bazar de la militancia existencial.
Dentro de ese mural de clara filosofía revitalizadora, cobra especial significado todo lo ocurrido antes de comenzar la gestación de The Conversation (producido por PIAS Recordings en estudios de Glasgow, Londres y Sheffield). En concreto, los medios de comunicación resaltaron como causa probable de la reunión el terrible mal que tuvo a Ally McErlaine al borde de la muerte. Los hechos acaecieron en 2010, cuando el guitarrista de la banda sufrió un colapso agravado por un aneurisma cerebral. La salvación del genial músico y compositor pareció animar el fuego de la reconciliación, y los súbditos de María Estuardo olvidaron sus pretextos, para juntarse nuevamente con el objetivo de forjar el octavo disco de su carrera.
Lanzada al mercado el pasado 20 de mayo, la lista de los temas incluidos en esta intensa creación abre su línea inspiradora con el single titulado homónimamente como el álbum. Tonada que salió acompañada con un vídeo en el que una Spiteri -algo más crecida que la girl que susurraba “I don’t want a lover” en 1986- corre sin concierto en busca de hacerse entender, dentro de un ecosistema donde la rapidez de las relaciones y el flujo tecnológico impiden sentarse a charlar tranquilamente, como si las paradojas del siglo XXI hubieran acabado con las esencias de ese “animal social” de fisonomía aristotélica.
Tras el mencionado track one, la continuación de las trovas alientan el hambre del personal con el inconfundible sello made in Texas: marca de fábrica confeccionada a base de hits bailables, y con el gancho suficiente como para aplacar las ansias de diversión de las legiones de fans. Los mismos que aún escuchan con asiduidad las gestas de pretérito demoledor contenidas en Southside, White On Blonde o The Hush.
Por lo menos -y a tenor de su estado sinfónico en este 2013-, los más de veinticinco inviernos que contemplan la carrera de Spiteri, McElhone y McErlaine no se han llevado todo lo que convirtió a los compatriotas de Walter Scott en una formación con raza y pedigrí más que distinguibles; team de eléctricos sones que incluso paseó su fama por películas como Notting Hill y Por siempre jamás. Actualización de las épicas añejas que los seguidores del ahora quinteto de Glagow podrán degustar en vivo y en directo; eso sí, siempre que se gasten el parné y asistan a la gira que los chicos de Say What You Want llevan a cabo en estos momentos por distintas ciudades de Gran Bretaña, Alemania y Francia. Entre las próximas citas, destaca la que tienen confirmada para el 8 de septiembre, en Londres (actuación que se desarrollará en Hyde Park, con el patrocinio de BBC2 Radio). No se sabe por qué España ha quedado fuera del The Conversation Tour; aunque, si Texas corrigen su error de cálculo viajero, seguro que los supporters de la tierra de Cervantes también quedarán más que satisfechos con recordar las melodías de estos highlanders urbanos.
Más información en http://www.texas.uk.com
