Caravaggio llega al Palacio Barberini de la Ciudad Eterna con veinticuatro de sus obras cargadas de humanidad reconocible, siempre en lucha constante con las religiosidades
Caravaggio llega al Palacio Barberini de la Ciudad Eterna con veinticuatro de sus obras cargadas de humanidad reconocible, siempre en lucha constante con las religiosidades