La cantante estadounidense, calificada como la “reina del rock”, falleció el pasado 24 de mayo, en su residencia en Suiza, víctima de una enfermedad que acarreaba desde hacía tiempo. Compañeros de profesión, como Mick Jagger, recalcaron la terrible pérdida para el mundo de la música de una mujer que desbordaba energía y genialidad, la cual supo adaptar su talento de manera evolutiva a lo largo de su brillante carrera.