Lily-Rose Depp, impactante star
La hija de Johnny Depp y Vanessa Paradis encabeza el elenco interpretativo de "The Idol": una miniserie de seis episodios producida por HBO, en la que la mediática veinteañera interpreta a una diva de los escenarios y los excesos hedonistas. Junto a Lily-Rose Depp, el músico conocido como The Weeknd (Abel Tesfaye) afronta su debut como actor.
Lily-Rose Depp se mueve por los distintos escenarios en los que transcurre la historia de The Idol con gestos calculados y actitudes sensuales posiblemente heredadas de su madre: Vanessa Paradis. La joven francesa, hija de la mencionada Paradis y del mediático Johnny Depp. no parece acusar la responsabilidad que conlleva protagonizar una miniserie en la que ella es el principal foco de atracción, con un personaje a medio camino entre una Lolita agresiva y desinhibida y una Dorothy Stratten con mayor capacidad de control con respecto al neurótico entorno que la rodea.
Bajo semejantes coordenadas de seducción precisa y desbocada, el guion de The Idol está pensado para que luzca con potente cromatismo la figura de Lily-Rose Depp, dentro del que es su trabajo delante de las cámaras más importante hasta la fecha. Un papel que parece encajar en con el físico de LRD como el zapato de cristal con el delicado pie de Cenicienta, y que muestra el hedonista universo de una mujer proyectada para convertirse en un icono de dimensiones irreales e infinitas al que todos deben admirar, como si se tratara de una deidad pagana con oropeles dorados.
La actriz estadounidense Amy Seimetz es la encargada de trasladar a imágenes en movimiento el argumento ideado por The Weeknd, Reza Fahim y Sam Levinson (Euphoria), y en el que atisban algunas similitudes ocasionales con las tragedias creativas de Ha nacido una estrella, aunque a través de un trasfondo mucho más psicodélico y eufórico.
El músico canadiense Abel Makkanum Tesfaye (más famoso como The Weeknd) es uno de los mayores artífices de esta obra destinada a ser emitida por la plataforma en streaming de HBO. Un esfuerzo que incluye el debut como actor del norteamericano, en el rol del peculiar Tedros: el dueño de uno de los clubs nocturnos más exitosos de Los Ángeles, el cual queda eclipsado por la luz que desprende la inaprensible y cautivadora Jocelyn.
LILY-ROSE DEPP MUESTRA SUS FORTALEZAS ANTE EL OBJETIVO DE LA CAMÁRA
Dotada de la implacable sensualidad de su madre Vanessa Paradis, y con la profunda mirada desconcertante de su padre Johnny Depp, Lily-Rose Depp se pasea por el teaser de The Idol con la increíble contundencia propia de una estrella con varias décadas de profesión, como si este trabajo estuviera incluido dentro de una carrera mucho más extensa de lo que indica el currículo de la actriz de Silent Night. Una trayectoria en la que destaca, por encima de sus otras colaboraciones, su caracterización como Isadora Duncan, en el film La bailarina (Stéphanie Di Gusto, 2016).
Depp encara la psique de Jocelyn con las armas de una joven preocupada por mantenerse en lo más alto de la estimación social, y a la que las personas consideran como un ser extraordinario, fuera de la esfera de la normalidad en la que se mueve el resto de los mortales. Un ídolo de masas al que ayuda modelar el efectista gurí llamado Tedros, y que expone a su bella star todo lo bueno y lo malo que esconde el mundo del espectáculo y de las fiestas glamurosas.
Extraña en su desarrollo y cegadora en su planteamiento estético, The Idol construye su tesis argumental sobre la esencia de lo que significa ser tratado como un ídolo, como si la veneración o popularidad poseyera un componente artificial que es posible ser concitado a través de una sesión de fotos afortunada, o por medio de escenarios destinados al delirio colectivo.
Ideas que la directora Amy Seimetz despliega en la urbe de Los Ángeles: la gigantesca factoría de las ilusiones enlatadas, a la vez que de algunas de las zozobras más dolorosas y abismales a nivel individual.
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