George Clooney cae en la trampa 22
El protagonista de "Monuments Men" dirige e interpreta uno de los papeles principales de "Catch 22": miniserie antibelicista, basada en la homónima novela de Joseph Heller.
George Clooney siente una especial atracción hacia la novela titulada Trampa 22, con la que el autor Joseph Keller puso en un brete de neurosis acelerada al ejército de las barras y estrellas, durante la ofensiva italiana en la Segunda Guerra Mundial.
Aunque las reflexiones estaban más bien inspiradas en la Guerra de Corea (conflicto en el que participó el narrador), la atmósfera caótica descrita en este relato alocado y progresivamente surrealista dibujó de manera excelente la convivencia cotidiana y delirante, dentro de las instalaciones de las fuerzas militares estadounidenses desplazadas al país transalpino, para plantar cara a la dominación nazi.
Y, en medio de semejante tropa, el capitán John Yossarian (bombardero en un B-25 Mitchell) era el encargado de individualizar las estrambóticas situaciones a las que se enfrentaban este oficial y sus compañeros, envueltos en una espiral de despropósitos por subsistir a las órdenes suicidas y caprichosas de sus superiores. Unos mandatos a los que los citados no se podían negar; ya que, en caso de protesta, caerían en la temida “trampa 22“.
Mike Nichols fue el primero en adaptar la obra de Heller al formato audiovisual, en la película Trampa 22, para la que contó entre su reparto con estrellas del calado de Alan Arkin, Orson Welles, Art Gartfunkel, Anthony Perkins y Martin Balsam, entre otros.
Después de cuarenta y ocho años del polémico estreno de la película de Nichols (y de cincuenta y siete de la aparición del libro), George Clooney y su socio Grant Heslov recuperan el inteligente argumento ideado por Heller, para elaborar una serie de seis episodios; cuya emisión está prevista para la temporada de 2019, en un desembarco tripartito ejercido por Hulu (USA), Channel 4 (Reino Unido) y Sky (Italia).
GEORGE CLOONEY RECUPERA EL UNIFORME
La isla de Cerdeña y los estudios de Cinecittà, en Roma, han servido de centro de operaciones al nutrido equipo de Catch 22 : un ejército de técnicos, artistas y actores que han dejado volar su imaginación, para trasladar a los espectadores a la época de 1942 a 1944, que es el período en el que está fechada la trama del texto original.
A través de una narración omnisciente (en tercer persona, y sin identificación clara), la acción toma cuerpo por medio del capitán John Yossarian: un confuso bombardero norteamericano, al que no le hace ninguna gracia el ansia de sus jefes en el mando para que él y sus hombres arriesguen sus vidas, en operaciones muchas veces incomprensibles y sin valor específico.
Las hazañas del ficticio escuadrón 256, destacado en la isla de Pianosa, sirven de alimento filosófico para poner en tela de juicio la lógica del heroísmo ciego y del fanatismo patriótico. Unos mensajes que, en no pocas de sus insinuaciones conceptuales, recuerdan a los recreados en la excelente obra El buen solado Svejk, de Jaroslav Hasek.
Christopher Abbott (Llega la noche) es el encargado de poner físico al singular capitán Yossarian, un papel que en 1970 inmortalizó el etéreo Alan Arkin. El actor nacido en Connecticut afronta el rol del bombardero de una manera más agresiva que Arkin, aunque igualmente apesadumbrado por la carga de sinceridad escurridiza, que caracteriza a este oficial asolado por las preguntas sin respuesta.
Un laberinto de pensamientos contradictorios, por el que el asfixiado militar accede a una pasarela de comportamientos fuera de contexto y razón: escaparate de rostros conocidos, en el que exhiben sus dotes para la comedia existencial Kyle Chandler (La noche más oscura), Martin Delaney (Ahora me ves…2), Giancarlo Giannini (Notti Magiche), Hugh Laurie (House) y Kevin J. O’Connor (La momia), entre otros.
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