Fantasy Island
La popular serie de televisión de finales de los setenta y principios de los ochenta regresa a la actualidad audiovisual.
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Fantasy Island desembarcó en la televisión norteamericana con el espíritu de evocar un inmenso parque temático a seiscientas veinticinco líneas. Un espacio en el que se invitaba a los telespectadores a viajar a entornos mediados por la imaginación; bien por tratarse de lugares situados en pretéritos añorados, o por enfocar la atención hacia futuros inciertos aún por desvelar.
El artífice de tan ingenioso serial fue el efectivo Gene Levitt (hombre dedicado en cuerpo y alma a la pequeña pantalla, que incluía en su currículo obras seriadas tan famosas como Maverick), y su idea cautivó a los ejecutivos de la entonces poderosa cadena ABC; motivo más que sobrado para que los mandamases del citado canal dieran luz verde al proyecto en 1977.
De esta manera, y pese a los dos poco estimulantes telefilmes precedentes, La isla de la fantasía arrancó con una cuota de pantalla realmente sorprendente, y consiguió reunir frente al electrodoméstico de las imágenes en movimiento a miles de admiradores de sus tramas envolventes y sumamente enriquecedoras.
Siete temporadas y cerca de 150 episodios dieron cuerpo escénico a este espectáculo de diversión expansiva, con el que el actor mexicano Ricardo Montalbán (Star Trek: La ira de Khan) alcanzó un estrellato que no había logrado en similar magnitud con su carrera cinematográfica. Una fama planetaria, compartida con la del chispeante y enérgico Hervé Villechaize.
Semana tras semana, el inteligente y previsor Mr. Roarke (Ricardo Montalbán) y el pequeño Tattoo (Hervé Villechaize) ponían en situación a la audiencia y a los actores invitados, frente a imprevisibles recreaciones de la Revolución Francesa; la Guerra de Vietnam; la Roma de los emperadores; el salvaje Oeste; o la Segunda Guerra Mundial.
Una fórmula novedosa, cuyos antecedentes podían resumirse en una atractiva mixtura entre las proposiciones cibernéticas y lúdicas de filmes del estilo de Almas de metal , y seriales de indeleble creatividad como The Twilight Zone.
FANTASY ISLAND, EN SALAS DE PROYECCIÓN
Las décadas transcurridas no han hecho desaparecer los agradables recuerdos sugeridos a partir de las entregas de La isla de la fantasía, sino que han potenciado su leyenda como uno de los seriales más entretenidos de finales de los setenta y principios de los ochenta.
Su escenografía paradisíaca, su atrezo casi carnavalesco, y sus ligeras inspiraciones fáusticas han contribuido a elevar la producción protagonizada por Montalbán a los altares de las obras audiovisuales memorables.
Una condición de serie de culto, que intentará resucitar el director estadounidense Jeff Wadlow (Verdad o reto), con el filme que rueda en estos momentos, basado en la icónica atmósfera de Fantasy Island.
La isla de Fiji (en la zona de la Melanesia) es la localización principal de la esperada película de Wadlow, cuyo elenco artístico está capitaneado por el polivalente Michael Peña (La gran estafa americana): el actor nacido en Chicago es el encargado de sustituir al versátil y elegante Ricardo Montalbán, debajo de los trajes blanco nuclear que lucía con soltura Mr. Roarke. Al lado de Peña, intérpretes del calado y la popularidad de Michael Rooker (Los guardianes de la galaxia) y Maggie Q (Nikita) serán los vehículos humanos para introducir a los espectadores en las aventuras gestionadas por el emporio nominado La isla de la fantasía.
Cuando el singular Hervé Villechaize dejó de gritar lo de “the plane, the plane“, mientras la melodía introductoria anunciaba el comienzo del serial; Fantasy Island se encaminó a su definitiva desaparición de las parrillas de programación. Un final que tuvo lugar en 1984, con el elocuente Christopher Hewett (Mr. Belvedere) en sustitución del imprescindible Villechaize.
Atrás quedaba la larga centena de capítulos emitidos, en los que colaboraron estrellas tan afamadas como Michelle Pfeiffer, Lesley Nielsen o Burgess Meredith. Ni siquiera el proyecto de revival orquestado en 1998, con Malcolm McDowell como Mr. Roarke, consiguió superar al original.
Una tarea complicada, que Jeff Wadlow calibrará cuando se produzca el estreno del correspondiente filme, propuesto para el próximo 28 de febrero de 2020.
