Russell Crowe ha encontrado un filón dramático, con la oportunidad de encarnar al histriónico Hermann Göring: uno de los personajes más singulares de cuantos apoyaron los crímenes perpetrados por el Tercer Reich, durante la Segunda Guerra Mundial.
El actor oceánico aparece en las imágenes con el aspecto orondo y gesticulante del hombre que consiguió burlar la sentencia a muerte dictada contra él en los juicios de Núremberg, dentro de un trabajo que expone la variante sociópata del que fuera comandante en jefe de la temida Luftwaffe.
Crowe ha buceado por las entrañas de los infiernos dogmáticos de los allegados a Adolf Hitler a través del guion del director James Vanderbilt, para sacar a la luz las claves necesarias con las que afrontar la encarnación del escurridizo líder nazi. Una labor en la que ha contado con la ayuda de la brillante novela El nazi y el psiquiatra, de Jack El-Hai; en la que se basa la película Nuremberg.
La movie del productor de Independence Day: Contraataque centra el argumento en la intensa relación se mantuvieron Göring y el especialista mental Douglas M. Kelley (Rami Malek), quien fue designado por el tribunal para analizar el estado psíquico de los encausados. Un banquillo en el que se sentaron, entre otros, Rudolf Hess, Alfred Rosenberg (el denominado filósofo del Nazismo) y Hermann Göring (mariscal del Reich y jefe de la fuerza aérea germana).
Hungría ha sido el escenario principal para grabar este drama histórico, desarrollado como si se tratara de un thriller ambientado en una cárcel militar.
JV ha intentado mantener el suspense con el que el escritor y periodista Jack El-Hai construyó la trama de El nazi y el psiquiatra: un juego asfixiante entre alguien que quiere ocultar la verdad, y el profesional contratado para descubrir las mentiras de su inteligente paciente.
Dentro de esas coordenadas al borde del abismo existencial, los personajes modifican progresivamente sus posicionamientos y actitudes, hasta el punto de hacer que el psiquiatra se vea acorralado por las maquiavélicas estrategias de Göring.
RUSSELL CROWE ESCENIFICA LOS CONSTANTES LABERINTOS DIALÉCTICOS A TRAVÉS DE LOS QUE GÖRING INTENTÓ ESCAPAR DE SU DESTINO
La extraña naturaleza de Hermann Göring es uno de los pilares artísticos que sustenta la actuación de Russell Crowe, siempre pendiente de controlar los tiempos de un juicio en el que el líder nazi procuró hacerse notar, y sembrar algo de duda sobre las atrocidades cometidas por el Tercer Reich.
Göring nunca pidió perdón a las víctimas ni se reconoció a sí mismo como un criminal ni un genocida; y mantuvo su papel de hombre comprometido con el Reich, al que no se le permitía disensión alguna, pese a los resultados de las acciones de sus políticas asesinas. Unas tesis que desmontaron con contundencia los testimonios y las pruebas aportados por la acusación en las maratonianas y escalofriantes sesiones desplegadas en la urbe germánica de Núremberg, entre el 20 de noviembre de 1945 y el 1 de octubre de 1946.
No obstante, y a pesar de la bestialidad que narraron los supervivientes de los campos de exterminio, Hermann Göring supo cómo extender sus tentáculos de influencia sobre algunos de los carceleros que le vigilaban, y sobre el psiquiatra Douglas M. Kelly (teniente coronel del ejército de USA).
Russell Crowe se mete en la piel del egocéntrico Göring con la huella dejada por las anteriores caracterizaciones del destacado miembro del partido Nazi. Entre los trabajos más recordados se encuentra el efectuado por Brian Cox, en la miniserie titulada Nuremberg; aunque, en cuanto a los procesos a los veintidós jefes e ideólogos del Tercer Reich, la cinta más laureada es Vencedores o vencidos (Stanley Kramer, 1961).
Según el texto de El nazi y el psiquiatra, la obsesión del doctor Douglas M. Kelly por el carismático antiguo comandante de la Luftwaffe llegó hasta el extremo de que el experto en psiquiatría se suicidó de la misma manera que el colaborador de Hitler, con una píldora de cianuro potásico.
James Vanderbilt explora los recovecos de las reuniones entre Kelly y Göring con un tratamiento que pretender ser crítico y misterioso; en el que también participan Leo Woodall (sargento Howie Triest), Michael Shannon (Robert H. Jackson), Richard E. Grant (Sir Howard Maxwell-Fyle), Colin Hanks (Dr. Gustav Gilbert) y Andreas Pietschmann (Rudolf Hess), entre otros.