0
0
Peter Farrelly se monta en un automóvil rumbo a la América profunda de la segregación racial y las políticas supremacistas de los años sesenta: esa nación de fuerte discriminación hacia los habitantes de piel oscura, que hasta las marchas encabezadas por el reverendo Martin Luther King, Jr, no consiguió empezar a desprenderse de la lacra de los encapuchados de las cruces llameantes y de los baños para blancos y para negros.
El responsable de Matrimonio compulsivo y Los tres chiflados deja atrás por el momento su gusto hacia el humor de trazo grueso, para afianzar su carrera con una cinta en la que concurren argumentos tan emotivos como el de la amistad interracial y el de la necesidad de comprender que en la igualdad está la respuesta a un futuro conjunto.
Una peculiar guía para viajeros afroamericanos, editada en los años sesenta por Victor Hugo Green (y en la que se exponían los lugares más adecuados para “visitantes de piel oscura”) sirve al hermano de Bobby para dar con el título de Green Book: un venenoso binomio de palabras, que actúa de engranaje para que la historia de un chófer blanco y un pasajero con la epidermis de ébano surque el asfalto con soltura y eficacia.
Una de las razones por las que Farrelly se ha implicado tan de lleno en este proyecto reside en la pasión con la que Nick Vallelonga hablaba de la aventura que narra el filme.
El hijo de Tony Lip (el nombre del conductor blanco, al que habréis visto en la serie Los Soprano) recordaba con emotividad los hechos ocurridos en los momentos que su padre y el pianista Don Shirley pasaron juntos en el coche azulado que aparece en el filme, y que los transportó por el sur de Estados Unidos. Fruto de ello, Vallelonga no dudo en confeccionar un interesante guion, junto a Brian Hayes Currie y el propio Farrelly.
La historia merecía tanto la pena, que pronto recibieron el visto bueno de Viggo Mortensen (El señor de los anillos) y de Mahershala Ali (Moonlight) para encarnar a los singulares Tony Lip y Don Shirley. Y, tras el enganche de estos dos conocidos actores como protagonistas, el proyecto fue viento en popa.
PETER FARRELLY Y EL DEEP SOUTH
Una sudorosa y enfebrecida música de jazz acomoda sus compases a los traqueteos de los neumáticos, mientras la conversación entre pasajero y conductor fluye hasta los lindes de las amistades sinceras.
Cuando el trabajador en night clubs neoyorquinos llamado Frank Anthony Vallelonga fue contratado para acompañar al pianista jamaicano Don Shirley, el citado chófer y guardaespaldas no podía adivinar el sinfín de instantes determinantes que llenarían cada kilómetro del trayecto planeado.
El destino hacia los lugares en los que las personas de raza negra eran vistos como inferiores por los supremacistas blancos hizo que la travesía estuviera cargada de peligros y situaciones espeluznantes; pero los protagonistas consiguieron sobreponerse al racismo visceral del entorno, y construir una relación de camaradería compartida, más allá de los estereotipos de la marginación.
Pese a que tenían poco que ver el uno con el otro, Nick Vallelonga recuerda que, hasta poco antes de fallecer, su padre no dejó de referirse a ese trayecto al infierno de los prejuicios raciales, como una oportunidad para entender que en la unión está fuerza; y que la discriminación de cualquier signo no hace sino que entorpecer la verdadera hermandad de los seres humanos.
Una lección que Lip y Shirley aprendieron a través de la incoherencia de las leyes sureñas de Jim Crow, y por las miradas, acciones y gestos de los que veían extraño que un hombre blanco fuera el conductor de un pasajero de color oscuro.
Nota.- Green Book tiene previsto su estreno en España para el próximo 25 de enero de 2019.
Más información en
https://www.universalpictures.com
Tráiler oficial de Green Book, por Universal Pictures
