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Trainspotting 2 llegará a las salas de Reino Unido el próximo 27 de enero, según la fecha dada a conocer por Sony Pictures Releasing UK.
El filme, dirigido por Danny Boyle, supone el reencuentro de los espectadores con los mismos personajes que protagonizaron la primera entrega, veinte años antes.
El guion, elaborado por John Hodge, está basado en la novela Porno, de Irvine Welsh.
La generación nacida entre los setenta y principios de los ochenta hizo de las aventuras de Renton y sus colegas una auténtica bandera juvenil, con la que plantear muchos de los problemas que atenazaban a los chavales durante la complicada década de los noventa.
Así como Quadrophenia se erigió como el simbólico paisaje en el que los alumbrados a finales de los cincuenta y gran parte de los sesenta expusieron sus dilemas comunes, Trainspotting fue la piedra roseta para descodificar los múltiples comportamientos de los chicos, que vivieron la traición de los ideales defendidos por sus padres en mayo del 68, el imperio de las drogas callejeras y el nihilismo circundante, en torno a una sociedad carcomida por los intereses materialistas.
Un conjunto de malestares que animaron a la rebeldía colectiva, encerrada entre las páginas del homónimo libro pensado por el genial y revulsivo Irvine Welsh.
La novela Trainspotting no escatimaba situaciones al borde del delirio, metáforas de retrete, chutes alucinantes y mucha fiereza, esculpida a base de palabras directas como puñales.
Tal material inspiró, en la visión del inteligente Danny Boyle, una película que arrancó la militancia voluntaria de miles de jóvenes de todo el mundo, los cuales asumieron la adrenalina cognitiva de sus escenas, al ritmo vertiginoso de la carrera de Renton con un televisor afanado en una tienda. Mientras, de fondo, Iggy Pop se hermanaba con los espectros del paro crónico y los sueños químicos.
Cuatro lustros después de esas aventuras de identidades trabuqueras, el responsable de La playa regresa a la actualidad cinematográfica, con la secuela de la mítica obra estrenada en los noventa. Y lo hace con el mismo reparto del filme original, además de con otro texto de Welsh como referente narrativo (en este caso, se trata de la segunda entrega de T, titulada Porno).
TRAINSPOTTING NUNCA PROMETIÓ FINALES FELICES
Como en la vida real, el transcurso del tiempo no ha modificado en esencia a los otrora delincuentes adictos a la heroína. Pese a que el carné de los protagonistas indica que éstos se encuentran bien metidos en la treintena, sus actitudes continúan por la senda del inconformismo, siempre rodeados de ambientes marginales y poco dados a las etiquetas.
Dentro de este ecosistema, la acción comienza con la vuelta de Sick Boy (Jonny Lee Miller) a su Leith natal. El despistado y un tanto ingenuo muchacho había logrado montar un negocio medianamente rentable en Londres, pero retorna a Edimburgo para hacerse cargo del pub de su tía fallecida. Desde allí, el ahora pelón y ajado Sick Boy buscará a sus antiguos compañeros, para levantar juntos un asunto de películas pornográficas altamente lucrativo.
De esta manera, Simon “Sick Boy” Williamson toma contacto con Renton (quien ahora regenta un próspero nightclub en Ámsterdam), Spud (un tipo que no presenta muchas diferencias con respecto a su pasado) y Francis Begbie (mucho más psicópata que en el pasado, sobre todo tras pasar un período en la cárcel). Una vez unidos en las actividades oscuras de los rodajes para adultos, los otrora boys de Leith conspiran para enriquecerse con el sexo, al tiempo que exponen sus preferencias por la cocaína y las pastillas de diseño.
En 2015, Boyle declaró que estaba seguro y convencido de que finalmente conseguiría trasladar a imágenes en movimiento el argumento de Porno, aunque también confesaba que no le parecía que el libro poseyera la calidad literaria de su precedente.
No obstante, el oscarizado cineasta se lanzó con determinación a cumplir su deuda con los admiradores de Trainspotting. Una senda plagada de problemas, y que estuvo a punto de no llevarse a cabo, debido a las dificultades para involucrar en el proyecto a los ahora famosos Ewan McGregor, Robert Carlyle y Jonny Lee Miller.
Sin embargo, y tras constantes retrasos, los intérpretes pudieron aparcar algunos de sus compromisos internacionales, y meterse de lleno en un rodaje cargado de elementos nostálgicos y casi de naturaleza familiar.
DB aún no ha desvelado si grabará próximamente el último capítulo de la trilogía (Skagboys); pero, por el momento, los seguidores que disfrutaron con La naranja mecánica de los noventa, tendrán la oportunidad de comprobar si sus héroes con brazos picados son capaces de poner patas arriba los eufemismos de la sociedad entrada en el tercer milenio.
Teaser de Trainspotting 2, proporcionado por Sony Pictures Releasing UK
