La celebración en Madrid de la 80 edición de la Feria del Libro, atenazada por los obligados controles sanitarios causados por la pandemia, sugiere un recorrido plagado de traslados sugerentes; a través de las letras, de las descripciones, de los personajes nómadas y sedentarios,.. Todo un muestrario de destinos humanos y geográficos, para los que no es necesario ni las maletas, ni los controles aeroportuarios, ni el terror a los abismos insalvables y solitarios.